Emiten alerta por consumo de hongos silvestres venenosos y se temen brotes de intoxicación
La recolección de hongos silvestres se ha convertido en una amenaza para la salud de quienes los consumen, pues muchos de ellos son venenosos.
En años anteriores, la letalidad por el consumo de hongos silvestres venenosos ha llegado hasta el 60 por ciento en Guatemala, es decir, de 10 intoxicados por esa causa seis han muerto, razón por la cual el Ministerio de Salud emitió este jueves 16 de junio una alerta epidemiológica para atender posibles brotes de intoxicación.
Una nota publicada por el Ministerio de Salud detalla que “la lluvia crea las condiciones adecuadas de temperatura y humedad que favorecen la proliferación de hongos silvestres, en zonas boscosas principalmente,” por lo que muchas familias los recolectan para consumo familiar; sin embargo, hay quienes lo hacen si contar con los conocimientos necesarios para identifica las especies de comestibles y tóxicos.
Las autoridades agregaron que los brotes de intoxicación por consumo de hongos silvestres se dan entre mayo y septiembre.
“Los hongos son utilizados para consumo humano poniéndose en riesgo a la población de sufrir intoxicación por hongos tóxicos o venenosos que se confunden con los de especies comestibles, por lo que el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social emite una alerta epidemiológica al respecto”.
El documento añade que, “dependiendo del tipo de hongo ingerido así pueden presentarse diferentes cuadros clínicos (gastrointestinal, nefrotóxico, alucinatorio, etc.)”.
Refiere que en Guatemala “históricamente se han presentado brotes de intoxicación por consumo de hongos silvestres venenosos, identificando en la mayoría el género Amanita, entre otros”.
Se informó que los síntomas de intoxicación por ingesta de hongos provocan náuseas, vómitos y deshidratación, por lo que “la persona afectada debe acudir al servicio de salud más cercano, para que no se complique en un cuadro clínico de insuficiencia hepática”.
“Históricamente Guatemala ha reportado de mayo a septiembre, por la lluvia, casos de intoxicaciones de familias que recolectan hongos silvestres”, dijo Lorena Gobern, jefa del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud.
Agregó que “estamos emitiendo esta alerta a fin de alertar a nuestros servicios de Salud y a la población en general para evitar, en lo posible, el consumo de hongos de venta libre, porque a veces pueden confundirse”.
También dijo que se solicitan inspecciones en puesto de venta y se pide a las personas de escasos recursos que los recolecten.
Señaló que en años anteriores ha habido una letalidad superior al 50 o 60 %, es decir que por cada 10 personas que consumen hongos cinco pueden fallecer.
“Sabemos que por costumbre en algunos municipios muchos de los hongos comestibles son valorados por su valor nutricional, pero es importantes que no haya una venta totalmente libre por los riesgos para la población”, detalló Gobern.
“Ante la alta recolección de hongos silvestres para el consumo y venta libre el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social a través del Departamento de Epidemiologia, alerta a todos los servicios de salud pública y privada para que se realicen según competencia, las siguientes acciones:
Identificar comunidades en riesgo para monitoreo de especies en venta como: lugares frecuentes de recolección y consumo de hongos silvestres, localidades donde proliferen hongos silvestres y zonas de venta de hongos (mercados, carreteras, etc).
Planificar actividades de información, comunicación y educación sobre del consumo seguro de hongos silvestres, especialmente en comunidades de riesgo haciendo las siguientes recomendaciones generales:
- La recolección de hongos deberá ser exclusivamente por personas que tengan conocimiento de diferenciar hongos comestibles de los venenosos
- Evitar la recolección de hongos para consumo, por niños
- Evitar el consumo de especies de hongos silvestres no conocidos
- Evitar almacenar especies venenosas junto a comestibles
- Evitar el consumo de especímenes crudos
- Consumir los hongos lo antes posible tras su recolección ya que se deterioran rápidamente, asegurándose previamente de que no son tóxicos ni venenosos