Flujo de lava del volcán Pacaya no se detiene y el riesgo persiste en comunidades cercanas
El volcán Pacaya continúa en erupción y los flujos de lava avanzan 5 metros por hora.
El volcán Pacaya, situado al sur de la Ciudad de Guatemala, continúa en erupción, y los flujos de lava que se desplazan por áreas de cultivo en dirección a varias comunidades mantienen en alerta a pobladores y autoridades locales.
De acuerdo con la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), “el flujo de lava avanza sobre cultivos de café en la finca La Breña y el avance es de 5 metros por hora”.
Agregó que el flujo es de unos 300 metros de ancho y que se “han escuchado sonidos parecidos a la turbina de un avión, sin caída de ceniza”.
Emilio Barillas, vocero del Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) señaló que no se descartan nuevos flujos de lava en las próximas horas.
“Se han reportado durante la noche y madrugada explosiones con presencia de balísticos que alcanzan entre 50 y 150 metros sobre el cráter. En flanco oeste y suroeste se mantienen activo el flujo de lava con longitud de 3 mil 700 metros que presenta diferentes ramificaciones provocando incendios en la vegetación y provocando desprendimiento de bloques que pueden causar serios daños”, dijo Barillas.
El Insivumeh recomienda mantener el cierre del Parque Nacional Pacaya por el riesgo que representa para las personas. A la Dirección General de Aeronáutica Civil piden que se tome en cuenta la variabilidad del viento, pues la ceniza puede desplazarse hasta 30 kilómetros en varios de los flancos del volcán.
La Conred precisó que el flujo de lava, que se encuentra activo desde la semana pasada, se dirige a las fincas El Patrocinio y San José El Rodeo, donde se han establecido las rutas de evacuación, si fuera necesario.
El Pacaya, junto a al Santiaguito y de Fuego son los tres volcanes con actividad en Guatemala, que cuenta con otros 29 inactivos.
La última gran erupción de un volcán en Guatemala fue el 3 de junio de 2018, cuando el volcán de Fuego le arrebató la vida a 431 personas que vivían en sus alrededores.