Gremial: unos 200 productores quesos y otros lácteos operan sin ningún control
La Asociación de Desarrollo Lácteo de Guatemala (Asodel) estima que unas 200 empresas informales que se dedican a la producción de los derivados de la leche no tienen ningún tipo de control y que son “un atentado” para la salud de los guatemaltecos.
El señalamiento se da días después de que autoridades confirmaran que más de 40 personas, en Ciudad Vieja, Sacatepéquez, fueron llevadas al Hospital nacional de Antigua Guatemala al mostrar síntomas de intoxicación después de haber comido quesos y otros derivados de lácteos.
Las personas presentaban síntomas como vómitos, dolor abdominal y fiebre, entre otros malestares.
“En cualquier país civilizado este caso hubiera generado una alarma sanitaria y la confiscación de todo el producto de esa planta para evitar que otras personas se enfermen”, dijo Ramiro Pérez Zarco, director ejecutivo de la Asodel.
“Pero como está sin identificación no hay forma de saber de dónde proviene el producto. La autoridad competente debería estar en un ejercicio de buscarlo para evitar que se sigua perjudicando a más personas”, remarcó.
El directivo señaló que el Ministerio de Salud se excusa de no intervenir a esas empresas y que este caso lo demuestra. Indicó que en la ley hay un artículo que establece que todos los bienes deben contar con una marca comercial, pero que hay productos que se venden sin contar con las licencias, y por ende no hay forma de saber de dónde son o quien los elaboró o con qué tipo de insumos.
Las personas que se intoxicaron compraron el producto a un tercero, pero en el fondo no se sabe de dónde proviene, agregó.
Pérez Zarco criticó el que no exista un programa para controlar a esas empresas informales, ya que sería una oportunidad para que se formalizaran, capacitaran y generaran riqueza en el área rural, puesto que son plantas que están cerca de la producción de leche, que la transforman pero que “lastimosamente no lo están realizando de una manera adecuada”.
¿Qué pudo haber pasado?
Recordó que los productos lácteos son “altamente sensibles”, ya que la leche es un gran alimento, pero a su vez tiene grandes peligros y riesgos de ser contaminada por bacterias, hongos y los mohos que buscan su proteína y “con cualquier cosa se contamina”.
Hay bacterias que son agresivas, está la listeria y hay una colección de patógenos (bacterias que hacen mal a la salud) que viven en productos no pasteurizados, no cuentan con una cadena de frio, son peligrosos, y entre ellos hay toxinas que son mortales, subrayó.
También pudo haber sido contaminada con agua no tratada, añadió.
Informalidad en todo el país
El directivo de Asodel, expresó que las empresas informales, están ubicadas en las áreas productoras de leche, como Patulul, Suchitepéquez; Taxisco, Santa Rosa; municipios de Jalapa; Chiquimula y Zacapa, las Verapaces y ahora también en Petén, donde la leche es barata y se elaboran los productos para comercializarlos en la Capital.
En un sector de El Trébol, en la zona 8, paralelo a la Avenida Bolívar, se han identificado a más de 25 puestos de venta de estos productos informales, dijo el directivo. Expuso que lo han denunciado, pero las autoridades “no hace nada al respecto”.
Ahí también se encuentra producto de Nicaragua, El Salvador, Honduras y México. Es un gran negocio, remarcó, porque desde ahí hay una distribución “hormiga” a las personas que lo compran y lo revenden en las calles o mercados cantonales.
“Un queso de San Juan Bautistas se puede encontrar en Quetzaltenango o en Puerto Barrios, es impresionante”, recalcó.
Toman muestras
Sergio Ortiz, coordinador del Área de Salud de Sacatepéquez, precisó que hicieron un “barrido” en Ciudad Vieja y detectaron que al menos fueron 45 personas las afectadas, aunque no todas buscaron asistencia en los servicios de Salud.
Expuso que también tomaron muestras de los quesos que aparentemente causaron las intoxicaciones y que fueron enviadas al Laboratorio Nacional de Salud “para que se haga la investigación del caso a nivel microbiológico para determinar qué tipo de microorganismo pudo haber provocado” el problema.
El queso que causó las intoxicaciones fue “fresco, el que viene envuelto en hojas de plátano”, indicó Ortiz. Los afectados empezaron a sentir los síntomas dos horas después de consumirlos, añadió.
Explicó que, aunque de momento solo se sabe de casos en Ciudad Vieja, esto no significa que solo ahí haya, puesto que el producto pudo haber sido distribuido a otros municipios aledaños, y en tal sentido recomendó a la población abstenerse por el momento de consumir este tipo de quesos artesanales y continuar con el lavado adecuado de manos.
Estar alerta
Por su parte, Ramírez Zarco destacó que los consumidores de derivados de lácteos deben cerciorarse de que estos cuenten con una marca comercial, en la cual se expone el registro sanitario en la etiqueta, que le garantiza al comprador de dónde viene el producto y que está bajo control sanitario.
Esto también garantiza que existe una supervisión de la materia prima —la leche que se utiliza—, y que se aplican buenas prácticas de manufactura, que es lo que establece la ley para contar con una licencia, y que las instalaciones donde se elabora el producto llenan todos los requisitos de higiene.
Aunque criticó que no existe un control sanitario efectivo en el país, y que la autoridad competente no le interesa atender el problema, enfatizó en que las personas que están en ese negocio informal lo hacen como un medio de vida y se merece una atención, apoyo y capacitación para mejorar sus prácticas.