“Me preocupa que si llueve pasará lo mismo”: Mujer de 71 años perdió todo por Eta e Iota
Teresa Xi es una habitante de San Vicente 2 en Panzós, Alta Verapaz. Vive sola con su esposo en una pequeña covacha que fue dañada por las lluvias de Eta e Iota. Ahora pide a las autoridades ayuda para poder sobrevivir pues no tiene nada qué comer.
Sus pies y manos demuestran los años que esta mujer de 71 años ha trabajado en el campo. Junto a su esposo tenían siembras de chile, frijol y arroz cerca de su humilde vivienda en el parcelamiento San Vicente 2 en Panzós, Alta Verapaz, las cuales servían para su alimentación.
Sin embargo, desde noviembre del 2020 no tiene que comer. Sus siembras fueron destruidas por las fuertes lluvias provocadas por Eta e Iota y, por unos días, tuvo que dejar su vivienda porque estaba completamente inundada.
“Ya no podía salir, pero gracias a la ayuda de una seño que me saco del agua, me subieron en un carro y me trasladaron a otra comunidad para resguardarme”, cuenta.
Teresa Xi, madre de 15 hijos, regresó a su casa cuando el agua bajó su nivel. Junto a su esposo quitaron escombros y tierra para lograr nivelar el terreno. Decidió regresar porque no tiene a dónde ir, pues todos sus hijos viven en otros lugares.
Durante este tiempo han logrado sobrevivir con la ayuda que empresas privadas llevan al lugar. Este martes, Teresa recibió una bolsa con arroz, masa e Incaparina lo que la tranquiliza unos días más.
“La alimentación y víveres que he recibido yo la agradezco, pero con eso no se resuelve la situación porque lo que más me preocupa es que cada vez que llueva siempre va a llegar el agua”, agregó Xi.
Su gran tormento es vivir en ese lugar y que vuelva a pasar lo mismo de nuevo, es por eso que su mayor anhelo es que el Gobierno pueda darle un nuevo lugar para vivir donde su vida y la de su esposo no corran peligro.
Recuperarse tomará hasta tres años
Cuarenta y un comunidades de Panzós, Alta Verapaz, sufrieron grandes inundaciones que dejaron entre 8 y 9 mil personas afectadas.
“Todas las personas que habitan toda esta área ya no tienen nada que comer, ni pueden sembrar, pero lo primero que se necesita ahorita es habilitar las carreteras, necesitamos maquinaria, los puentes para que el productor pueda ir a su terreno para sembrar milpa, frijol y arroz porque ya no se puede sembrar nada acá”, dijo Ernesto Ramírez, alcalde de Panzós.
En San Vicente 1 hay 38 familias perjudicadas, mientras que en San Vicente 2 son 46, la mayoría con más de tres niños menores de 12 años.
En estas áreas había siembra de arroz, según la Asociación Guatemalteca del Arroz, por las tormentas más de mil 400 manzanas quedaron fuertemente dañadas en el Valle del Polochic, en San Vicente 1 fueron 130 hectáreas niveladas.
“Lo que pasó aquí fue que se metió el río tinajas, se metió casi en la totalidad, y los niveles de agua se pueden ver todavía en los troncos de las palmas que llegó como a un metro 80”, mencionó Juan Alberto Droege, productor de arroz del área.
Las siembras quedaron cubiertas por arena que venía con los ríos y ahora deben quitarla y nivelar el área de nuevo, algo que les tomará incluso hasta 3 años.
“Es un trabajo de topografía, hay trabajo de obviamente volver a encauzar los ríos. Es importante que se apoyen los proyectos de volver a rehacer una borda o de construir una borda para que los ríos no hagan este tipo de daños”, agregó Roberto Wong, director ejecutivo de la Asociación Guatemalteca del Arroz.
Las pérdidas son millonarias y, según los productores, la situación se ha complicado más por la poca ayuda que han recibido del gobierno, añadiendo incertidumbre por la falta de garantía de compra de cosecha nacional de arroz con cáscara.
Mientras tanto, los pequeños productos y habitantes de estas áreas se mantienen por la ayuda que empresas privadas han enviado, ayuda que no será permanente. Además, los niños no tienen acceso a educación y el centro de salud ha permanecido cerrado porque los médicos no han podido llegar por el mal estado de las carreteras.