Santiago Sacatepéquez se viste de colores con los barriletes gigantes en el festival virtual
Elevan al cielo barriletes gigantes en Santiago Sacatepéquez, actividad busca convertirse en Patrimonio Cultural Intangible de la Nación.
Por segundo año consecutivo el Festival de Barriletes Gigantes se desarrolló de manera virtual por la pandemia del covid-19.
Según vecinos de Santiago, la tradición comenzaría en los años 40 del siglo pasado, pero en 1978 evolucionó cuando surgió una organización y se crearon los lineamientos para participar.
Los barriletes que este 1 de noviembre, Día de Todos los Santos, se elevaron al cielo fueron armados en el estadio municipal de esta localidad.
En el lugar se logró apreciar barriletes de diferentes tamaños, uno de los cuales fue elaborado por un grupo de niños.
A las 10 horas, en un acto protocolario donde participó el Comité Permanente de Barriletes de Santiago y los integrantes de los grupos participantes, la actividad fue inaugurada y los gigantes barriletes fueron elevados al cielo.
Cada uno de los grupos expuso el significado del diseño y el mensaje que plasmaron en cada una de las obras de arte.
Félix Barrios, fue el diseñador del barrilete más grande del festival, el cual midió 13 metros y lo elaboraron entre 15 personas.
Barrios contó que la obra de arte fue en memoria de su abuelo quien hace dos meses murió y también se dedicaba a elaborar barriletes. El grupo de Barrios tenía una diseño, pero con la muerte de su abuelo cambió.
El grupo Típicos Santiagueros este año dedicó su barrilete de siete metros de diámetro en memoria de la víctimas de la pandemia. Lauro Quel, dirigente del grupo expuso que la obra de arte rinde homenaje a los niños y adultos que perdieron la batalla contra el Covid-19.
En Sumpango
El municipio de Sumpango celebra este lunes su festival de barriletes gigantes de forma virtual debido a la pandemia de la covid-19, mientras el Gobierno de Guatemala anunció este 27 de octubre la nominación de la técnica de la elaboración de Barriletes Gigantes como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
La edición 43 de este festival que se celebra en el Día de los Santos Difuntos (o Día de los Muertos en otros países) se realiza en una finca privada en las afueras del municipio, con la participación de más de 50 grupos de barrileteros, según explicó el alcalde de ese lugar, Enrique Cubur, en una transmisión en vivo por redes sociales.
El año pasado sólo fueron 20 barriletes, recordó el funcionario.
El jefe edil destacó que el arte de Sumpango es una tradición que ha trascendido fronteras y que sus barriletes han llegado a las regiones de los cinco continentes del mundo.
Por segundo año consecutivo y debido a la covid-19, dijo, el festival no tiene visitantes como en épocas anteriores donde cientos de miles de turistas locales y extranjeros se agolpaban al campo del lugar y su vecino Santiago, ambos en el departamento de Sacatepéquez, para presenciar los gigantes cometas.
Ahora los cometas sólo tendrán unas dimensiones de cuatro y seis metros y su diseño, y su colorido y mensaje será evaluado por un grupo de artistas guatemaltecos, según explicó Julio Asturias, del Festival de Barriletes de Sumpango.
El requisito para ingresar a la finca privada de los grupos que elaboran los cometas y algunos invitados especiales fue estar vacunado contra la covid-19. Entre ellos figura la representante de los migrantes guatemaltecos en la ciudad de Los Ángeles, California (EE.UU.), Amarilis Ortiz.
Según Felipe Aguilar, ministro de Cultura y Deporte, en octubre de 1998 el Festival de Barriletes de Sumpango fue declarado como Patrimonio Cultural de la Nación.
Hace una semana, dijo, el Gobierno del presidente Alejandro Giammattei solicitó a la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) que la técnica de la elaboración de estos cometas sea declarada como Patrimonio Cultural Intangible de la Nación.
Según el portal del festival, la tradición oral más antigua recogida en Sumpango es que los barriletes representan la unión del inframundo con el mundo, y que de acuerdo con los criterios cosmogónicos de los indígenas, es la vía de enlace entre los santos y los vivos.
Para los habitantes del pueblo, al alba del 1 de noviembre, el Díos-Mundo libera del inframundo, durante 24 horas, a las almas de sus antepasados y sus espíritus tienen la libertad de visitar los lugares donde vivieron y sobre todo a sus descendientes.