[Viva La Noticia] Análisis de las próximas elecciones en Nicaragua
El próximo domingo 7 de noviembre, el país centroamericano elegirá a un nuevo gobierno. O bien, Daniel Ortega podría ser reelegido como presidente.
Los nicaragüenses acudirán pronto a las urnas, en un país que ha sido cuestionado en este proceso electoral, luego que el presidente Daniel Ortega se mantenga al frente por cuatro períodos consecutivos. Además, es el principal candidato y el posible ganador para obtener una reelección, en un ambiente donde al menos 37 líderes opositores fueron detenidos, incluyendo siete precandidatos a la presidencia.
Este es el análisis de Viva La Noticia, en conjunto con el periodista de Nicaragua Jimmy Romero.
Noticia Relacionada
Controvertidas elecciones presidenciales
Dentro de las inconformidades de los ciudadanos nicaragüenses, políticos y analistas en el tema, en este período de campaña no hubo observadores internacionales, censura a la prensa, hay precandidatos en prisión, así como un detalle muy importante; Daniel Ortega y Rosario Murillo se postulan como candidatos en medio de señalamientos de crímenes de lesa humanidad por las protestas de 2018.
Y finalmente también se ha criticado que el proceso electoral se dio el 6 de agosto, tres meses antes de los comicios. De forma sorpresiva el Tribunal Electoral canceló la personalidad jurídica al Partido Ciudadanos por la Libertad, considerado el último bloque oposición que quedaba en pie en Nicaragua.
Según una investigación realizada por el diario El País, el mandatario se sostiene en el poder por la fuerza, debido a que su popularidad se mantiene en las mínimas, según las encuestas. La más reciente ha sido elaborada por CID-Gallup, la firma con mayor credibilidad en Nicaragua, que ha revelado que si las elecciones en Nicaragua fueran entre Daniel Ortega y alguno de los siete aspirantes que han sido apresados por el régimen, el mandatario sandinista solo obtendría un 19% de los votos frente a un 65% opositor, mientras otro 16% de los consultados se mostraron indecisos. Los resultados exponen un desplome histórico del candidato oficialista y su fórmula.
También te interesaría leer:
Bachelet denuncia asesinato de críticos de Daniel Ortega en Nicaragua
Pandemia en Nicaragua
A medida que se desarrollaba el brote de coronavirus, las tensiones políticas en Nicaragua continuaron encontrándose. A fines de febrero de 2020, siete grupos de oposición anti-Ortega que se habían formado luego del levantamiento de 2018 anunciaron que se estaban uniendo para formar una amplia alianza conocida como Coalición Nacional. Entre ellos se encontraban la Alianza Cívica y la Unidad Nacional Azul y Blanca, otro grupo de oposición formado en respuesta a la agitación de 2018. La Coalición Nacional no pretendía ser un partido político, aunque incluía varios, sino un movimiento orientado a restaurar la gobernabilidad democrática, erradicar la corrupción y garantizar la protección de los derechos humanos.
La comunidad internacional también incrementó la presión externa sobre el gobierno de Ortega-Murillo. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea impusieron sanciones selectivas a funcionarios de alto rango por su papel en la represión. En junio de 2020, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó una resolución condenando las violaciones de derechos humanos en Nicaragua. Cuatro meses después, la OEA aprobó una medida en la que pedía a las autoridades nicaragüenses “respetar plenamente el orden constitucional, los derechos humanos y las libertades fundamentales, y celebrar elecciones nacionales, presidenciales y legislativas libres y justas en Nicaragua”.
Más información:
En cambio, el régimen de Ortega-Murillo optó por moverse exactamente en la dirección opuesta. La Asamblea Nacional promulgó una serie de nuevas leyes que criminalizaron efectivamente la disidencia política. El primero de ellos fue promocionado como una “ley para la regulación de agentes extranjeros”. Requiere que los nicaragüenses que trabajan para empresas u organizaciones internacionales se registren en el Ministerio del Interior como agentes extranjeros y proporcionen al gobierno informes mensuales de sus ingresos y gastos. Estas personas tienen prohibido proporcionar financiamiento (o recaudación de fondos) para cualquier grupo u organización política dentro de Nicaragua, y la ley también les prohíbe postularse para cargos públicos.
Para finalizar, por la pandemia no se permitió comunicación para escuchar las propuestas de los precandidatos. Una decisión que afectó a la población para conocer las estrategias y cambios que implementarían en el país.