Trump canceló las conversaciones la semana pasada, citando una "abierta hostilidad" de Corea del Norte, pero desde entonces ambas partes han dejado atrás la retórica y el proceso parece estar de nuevo en marcha.
Uno de los más altos dirigentes de Corea del Norte está en camino a Estados Unidos para una inusual visita con el fin de preparar la esperada cumbre entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un, que parece estar nuevamente en pie.
El general Kim Yong Chol, vicepresidente del comité central del Partido de los Trabajadores y asistente clave de Kim, se reunirá con el secretario de Estado Mike Pompeo en Nueva York “a fines de esta semana”, dijo la Casa Blanca.
Trump confirmó en un tuit que el general estaba en camino y se jactó de que Washington armó un “gran equipo” para la cita con la que Estados Unidos busca la desnuclearización de Pyongyang, que tendría lugar el 12 de junio en Singapur como estaba previsto inicialmente.
“Actualmente están realizándose reuniones de cara a la cumbre, y más. Kim Young Chol, vicepresidente del partido gobernante de Corea del Norte, viaja ahora a Nueva York. Una sólida respuesta a mi carta, ¡gracias!”, tuiteó Trump.
Trump también se reunirá con el primer ministro japonés Shinzo Abe en Washington el 7 de junio, dijo la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders.
“Desde la carta del presidente al líder norcoreano Kim Jong Un el 24 de mayo, los norcoreanos se han comprometido. Estados Unidos continúa preparándose activamente para la cumbre esperada del presidente Trump con el líder Kim en Singapur”, dijo.
Un portavoz de la misión norcoreana ante las Naciones Unidas no pudo confirmar si el general Kim se dirigía a Nueva York, pero agregó que “la preparación para la cumbre avanza al más alto nivel”.
El enviado norcoreano aterrizó en el aeropuerto de Pekín el martes y debía reunirse con funcionarios chinos antes de viajar a Estados Unidos el miércoles, según la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
Trump canceló las conversaciones la semana pasada, citando una “abierta hostilidad” de Corea del Norte, pero desde entonces ambas partes han dejado atrás la retórica y el proceso parece estar de nuevo en marcha.
El domingo, los negociadores estadounidenses, encabezados por el embajador de Washington en Filipinas, Sung Kim, comenzaron a reunirse con sus homólogos norcoreanos en la localidad de Panmunjom, en la zona desmilitarizada que separa a las dos Corea.
“Planean tener reuniones adicionales esta semana”, dijo Sanders, y apuntó que Joe Hagin, subjefe de personal de la Casa Blanca, está en Singapur con un equipo de avanzada coordinando la logística de la cumbre.
Kim Yong Chol es el más alto responsable norcoreano en viajar a Estados Unidos desde la visita del vicemariscal Jo Myong Rok, que se reunió en 2000 con el entonces presidente Bill Clinton, según Chung Sung-yoon, analista del Instituto de Corea para la Unificación Nacional.
El general Kim es parte del entorno cercano de Kim Jong Un y jugó un papel principal en el acercamiento diplomático que llevó a la distensión en la península coreana en los últimos meses. En febrero, en la ceremonia de clausura de los juegos Olímpicos de Pyeongchang en Corea del Sur, estaba sentado detrás de la hija de Donald Trump, Ivanka.
Acompañó además a Kim Jong Un en sus dos viajes recientes a China y se entrevistó con Pompeo cuando éste viajó a Pyongyang.
El general Kim, que entre 2009 y 2013 dirigió los servicios de espionaje norcoreanos, es una figura muy controvertida en Corea del Sur, sonde lo acusan de haber ordenado el torpedeo en 2010 de la corbeta surcoreana “Cheonan”, incidente en el que murieron 46 marinos. Corea del Norte niega ser responsable del incidente.
Legisladores de la oposición surcoreana protestaron en febrero contra la visita de Kim, a quien han tildado de “criminal de guerra diabólico”.
Su viaje a Estados Unidos tiene lugar en medio de frenéticos días de reuniones entre funcionarios norcoreanos y estadounidenses.
La cadena de televisión japonesa NHK mostró imágenes de Kim Chang Son, jefe de personal de Kim Jong Un, llegando a Singapur el lunes, escoltado por tres guardaespaldas. Un fotógrafo de AFP vio al asistente de Kim entrar el lujoso hotel Fullerton de Singapur el martes y abandonarlo unos 30 minutos después en un convoy de tres vehículos.
De mantenerse la fecha del 12 de junio para la cumbre, los funcionarios tienen solo dos semanas para finiquitar los detalles: dónde se llevarán a cabo las conversaciones en Singapur y cómo viajarán allí los funcionarios norcoreanos sancionados internacionalmente.
La tarea clave es resolver la agenda.
El principal obstáculo es probablemente el concepto de “desnuclearización”.
Washington quiere que Corea del Norte renuncie rápidamente a todas sus armas nucleares de forma verificable a cambio de un alivio de las sanciones económicas.
Pero los analistas creen que Corea del Norte no estará dispuesta a ceder su arsenal nuclear a menos que se le otorguen garantías de seguridad de que Estados Unidos no intentará derrocar al régimen.
Con información de: © Agence France-Presse