El agua es una de las señales que los científicos buscan a la hora de saber si un planeta podría albergar vida o ser habitable.
Ahora, por primera vez, un equipo de astrónomos descubrió agua en la atmósfera de un planeta que orbita alrededor de una estrella distante.
Se llama K2-18b, es un exoplaneta (está fuera de nuestro sistema solar) y este hallazgo lo convierte en un candidato destacado en la búsqueda de vida extraterrestre.
“Esta es la primera vez que detectamos agua en un planeta ubicado en una zona habitable donde la temperatura es potencialmente compatible con la presencia de vida”, dice Giovanna Tinetti, profesora del University College London (UCL), autora principal de la investigación.
La zona habitable es la región alrededor de una estrella donde las temperaturas son lo suficientemente favorables para que el agua exista en forma líquida en la superficie de un planeta.
Este logro es “alucinante”, dijo Tinetti.
K2-18b está a 111 años luz, unos 1.000 billones de kilómetros desde la Tierra.
Eso es demasiado lejos para enviar una sonda, así que la única opción es esperar a que se lance la nueva generación de telescopios espaciales en la próxima década y buscar gases en la atmósfera del planeta que solo puedan ser producidos por organismos vivos.
“Siempre nos hemos preguntado si estamos solos en el Universo”, dice Ingo Waldmann, investigador del UCL. “Dentro de los próximos diez años, sabremos si hay químicos que se deben a la vida en esas atmósferas”.
Para esta investigación, el equipo examinó la atmósfera de los planetas descubiertos por el telescopio espacial Hubble, entre 2016 y 2017.
Entre los planetas que observaron, el K2-18b fue el único que reveló la estructura molecular del agua.
Los modelos computacionales mostraron que hasta un 50% de su atmósfera podría ser agua.
El planeta tiene poco más del doble del tamaño de la Tierra y una temperatura lo suficientemente fría como para tener agua líquida, entre cero y 40 °C.
“Esto es increíblemente emocionante“, dice Angelos Tsiaras, miembro del equipo del UCL.
“Esto nos acerca a responder la pregunta fundamental: ¿es la Tierra única?”.
Una dificultad para responder esta pregunta, sin embargo, es que los astrónomos aún no se ponen de acuerdo sobre qué gases constituirían evidencia de vida. Esa tarea no es nada fácil.
Para llegar a un consenso es probable que se requiera un estudio de la composición química de, quizás, cientos de planetas, además de una comprensión de cómo se crean y evolucionan, según explica Tinetti.
“La Tierra realmente se destaca en nuestro propio sistema solar. Tiene oxígeno, agua y ozono. Pero aun si encontramos todo eso alrededor de un planeta alrededor de una estrella distante, debemos tener cuidado al decir que es compatible con la vida”, dice.
“Por eso necesitamos entender no solo un puñado de planetas en la galaxia, sino cientos de ellos. Y lo que esperamos es que los planetas habitables se destaquen, que veamos una gran diferencia entre los planetas que son habitables y los que no lo son”.
El posible lanzamiento del Telescopio Espacial James Webb de la NASA en 2021 y la misión Ariel de la Agencia Espacial Europea siete años después permitirán a los astrónomos estudiar en detalle las atmósferas de los diversos mundos que se han detectado hasta ahora.
Se ha encontrado agua en otros planetas, pero han sido demasiado grandes o demasiado calientes para permitir la vida. Los planetas más pequeños y fríos son mucho más difíciles de detectar.
K2-18b fue descubierto en 2015 y es uno de los cientos de “supertierras“, como se le llaman a los planetas que tienen una masa que oscila entre la de la Tierra y la de Neptuno.
Estas supertierras fueron halladas por la nave espacial Kepler de la NASA y se espera que la misión Tess, también de la NASA, detecte otros cientos más en los próximos años.