Redacción / BBC News Mundo
Los tratamientos que prometen “rejuvenecer” y remodelar la vagina no implican un procedimiento quirúrgico, pero eso no los hace necesariamente seguros.
Eso advierten los especialistas sobre las llamadas “terapias” ya que, aseguran, pueden producir quemaduras, cicatrices y dolores intensos y recurrentes en una de las partes más sensibles y con más terminaciones nerviosas del cuerpo de la mujer.
Algunas incluso prometen tratar afecciones y síntomas relacionados con la menopausia, la incontinencia urinaria o la función sexual, pero no hay evidencias científicas que lo avalen y los riesgos son grandes.
“Estos productos tienen riesgos graves y no hay pruebas suficientes para respaldar su uso con estos fines. Estamos profundamente preocupados de que las mujeres puedan salir perjudicadas de tratamientos como este”, dice una advertencia lanzada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés).
En Estados Unidos este tipo de “terapias” se han vuelto muy populares y la FDA ha prometido tomar medidas si continúa la publicidad engañosa de un “procedimiento peligroso que no tiene un beneficio comprobado”.
También en Reino Unido, donde algunos cirujanos comparten la opinión de la FDA.
“Ha habido un aumento exponencial en el interés por la salud y el bienestar sexual de las mujeres y, claro que debe fomentarse, pero siempre desde una perspectiva educativa y confidencial, no como una terapia comercial engañosa“, le dijo a la BBC Paul Banwell, cirujano plástico y miembro de la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos Estéticos.
Vanessa Mackay, doctora del Real Colegio de Obstetras y Ginecólogos de Reino Unido (RCOG) asegura que estas terapias no son la solución a algunos problemas que puedan experimentar las mujeres sobre su salud sexual.
“No hay evidencia que sugiera que los dispositivos de rejuvenecimiento vaginal no quirúrgicos sean efectivos para mejorar el tono muscular vaginal o remodelar el tejido vaginal. Si las mujeres están preocupadas por la apariencia de su vagina, deben hablar con un profesional sanitario”.
Mackay también recordó que todas las vaginas son diferentes, que hay tantas como mujeres y que suelen variar en apariencia y color.
Por lo general, durante estos procedimientos, se inserta una sonda en la vagina para después calentar y aplicar sobre el tejido vaginal un aparato láser que emite mucho calor.
Estos dispositivos láser han sido aprobados para su uso en la destrucción de células precancerígenas en el tejido cervical o vaginal, así como en las verrugas genitales, pero no se han sometido a pruebas de terapias llamadas de “rejuvenecimiento”.
Lo mejor que se puede hacer, recomiendan desde el RCOG, es trabajar tú misma los músculos de este órgano.
“Para fortalecer los músculos que rodean la vagina, se recomienda a las mujeres que prueben ejercicios en el suelo pélvico que pueden ayudar a mejorar el tono muscular y la sensibilidad durante el sexo”, dice Mackay.
Hay una guía de ejercicios que recomiendan los profesionales, entre ellos desde el RCOG, que pueden ayudar a mejorar el suelo pélvico:
El proceso debe llevarse a cabo tres o cuatro veces al día.
Si por el contrario de lo que se sufre es de sequedad vaginal, ha de entenderse que este es un problema común que muchas mujeres experimentan en algún momento de su vida, pero puede tratarse.
A veces la causa está en la menopausia, la lactancia, el parto, o simplemente se debe a que una mujer no se encuentra suficientemente excitada a la hora de tener relaciones sexuales o cuando se usan algunos anticonceptivos.
Antes de acudir al médico puedes tratar de usar humectantes y lubricantes vaginales probados dermatológicamente. Si estos no son efectivos, un doctor puede recetar estrógeno vaginal, dice el RCOG.