Corea del Norte anunció este martes que dio por cancelada su próxima conversación de alto nivel con Corea del Sur, como protestas por los ejercicios militares realizados por Seúl y Washington en la península.
Según informó la agencia oficial de noticias KCNA, Pyongyang considera el despliegue militar realizado desde pasado viernes como una “provocación”, por lo que también advirtió que podría cancelar la cumbre entre Kim Jong-un y el presidente estadounidense Donald Trump, programada para el 12 de junio.
Washington “tendrá que llevar a cabo cuidadosas deliberaciones sobre el destino de la planeada cumbre entre Corea del Norte y Estados Unidos a la luz de este provocativo alboroto militar “, indicó la agencia estatal.
El comunicado se refiere únicamente a una reunión bilateral prevista para este miércoles, que había sido planificada esta misma semana. Se desconoce cómo afectará otros encuentros con Seúl.
Tras el anuncio, el Departamento de Estado indicó que continuaba preparándose para la cumbre de Trump y Kim en Singapur y que no tenía conocimiento de ningún cambio en la posición de Corea del Norte al respecto.
Negó, además que los ejercicios militares fueran una provocación contra Pyongyang.
“Kim Jong-un dijo que entendía la importancia para Estados Unidos de que llevemos a cabo estos ejercicios conjuntos”, afirmó la vocera Heather Nauert.
El anuncio coincide con la difusión de imágenes satelitales en las que supuestamente se apreciaban los trabajos de Corea del Norte para desmantelar su sitio de pruebas nucleares, una de las bases para el diálogo con Estados Unidos.
Anteriormente, Seúl y Pyongyang habían suspendido los anuncios de propaganda en la frontera y se habían alineado a la misma franja horaria como muestra de avance en el diálogo.
Después de una escalada de tensión, que incluyó amenazas militares entre Estados Unidos y Corea del Norte, se pensó que las históricas conversaciones iniciadas podrían mitigar la disputa y propiciar un acuerdo de paz definitivo para una guerra que empezó hace 68 años y que, oficialmente, se mantiene entre las dos Coreas.
La pasada semana Mike Pomepeo, jefe de la diplomacia estadounidense estuvo en Corea del Norte y se encontró con Kim Jong-un para preparar la próxima cumbre de los mandatarios de ambos países.
Como resultado del encuentro, el gobierno de Pyongyan liberó, además, a tres prisioneros estadounidenses.
Unos 100 aviones de guerra, incluida una cantidad no especificada de bombarderos B-52 y cazabombarderos F-15K, comenzaron el viernes pasado unos ejercicios llamados Max Thunder.
Estados Unidos y Corea del Sur insisten en que dichos simulacros son puramente para fines de defensa y se basan en un acuerdo que firmaron en 1953.
Sin embargo, los simulacros militares conjuntos entre ambos países han sido históricamente un motivo de preocupación para Pyongyang, al punto que el gobierno norcoreano amenazó en varias ocasiones con una “ofensiva total” en respuesta a los ejercicios.
Las operaciones conjuntas tienen lugar tras un creciente proceso de acercamiento de Corea del Norte con sus enemigos históricos, que comenzó con el envió de una delegación norcoreana a los recientes Juegos Olímpicos de Invierno, celebrados en Corea del Sur.
Antes, las pruebas nucleares de Corea del Norte habían hecho escalar la tensión entre la Casa Blanca y Pyongyang, hasta el punto de que ambos líderes se cruzaron serias amenazas.
Los progresos de Corea del Norte en materia armamentística y nuclear llevaron a la imposición de sanciones internacionales cada vez más duras contra el país asiático.
Se trata de un diálogo de alto nivel que acordaron ambas partes para este miércoles y que debía tener lugar en Panmunjom, un complejo militar en la zona desmilitarizada entre los dos países donde previamente se reunieron Kim y el presidente surcoreano Moon Jae-in.
El encuentro, en el líder norcoreano pisó territorio surcoreano para reunirse con el presidente de ese país “enemigo”, se produjo después de años marcados por las amenazas y las tensiones.
Ambos acordaron la desnuclearización de la península y avanzar en el diálogo de paz.
En la declaración conjunta, ambos líderes dijeron que este año buscarán “un fin permanente” a la Guerra de las Coreas, que terminó en 1953, aunque siguen técnicamente en conflicto, pues la contienda terminó con un armisticio de carácter temporal.
Acordaron, además, sostener otros encuentros para analizar los avances en el diálogo, como el que se suponía que tendría lugar este miércoles.
¿A qué otros acuerdos se comprometieron?
Tas la cumbre entre ambos presidentes las dos Coreas habían acordado también:
Más información en breve…