Es ahí cuando entra en juego la creatividad y las personas utilizan vías alternativas para conseguir sus objetivos. En Liberia las mujeres lograron cambiar el curso de la historia.
Los conductores de buses en la ciudad japonesa de Okayama están en huelga, pero no es cualquier huelga.
Se levantan a trabajar todos los días, recogen pasajeros y siguen su habitual rutina. ¿Cuál es la protesta entonces?
Bien simple: no les cobran nada a los pasajeros como mecanismo de presión para que el empleador se siente a negociar mejores condiciones laborales.
A lo largo de la historia ha habido huelgas que fueron bastante poco comunes. Estas son algunas de ellas.
El uso de las relaciones sexuales como un arma para conseguir un objetivo ha sido documentado en algunas obras como “Lisístrata“, una famosa comedia griega de Aristófanes.
Cansadas de la Guerra del Peloponeso, las mujeres de Atenas hicieron una huelga sexual para obligar a los hombres a negociar la paz.
La obra ha inspirado acciones similares en tiempos modernos, como lo que ocurrió en Liberia en 2003, cuando las mujeres lideradas por Leymah Gbowee usaron la misma táctica con el objetivo de que se acabara la guerra civil.
Y aparentemente lo lograron. No solo acabó la guerra, sino que además Gbowee fue galardonada con el premio Nobel de la Paz.
En 1941, los animadores de Disney iniciaron una huelga para conseguir mejores salarios y el derecho a tener un sindicato.
En aquel entonces pusieron todas sus habilidades artísticas al servicio de la paralización laboral: diseñaron pancartas que se hicieron ampliamente conocidas.
Por ejemplo, dibujaron a Pinocho declarando “No tengo hilos”; a Pluto diciendo “Prefiero ser un perro antes que un rompehuelgas” y Mickey Mouse preguntando: “¿Somos ratones o personas?”.
La huelga duró cinco semanas y afectó a la producción de la película Dumbo.
Pero los realizadores tuvieron su pequeña cuota de venganza: los huelguistas fueron caracterizados en el filme como payasos que van a golpear al jefe por un aumento de salario.
En Massachusetts, EE.UU., se produjo una insólita huelga con un final feliz, aunque esta paralización no tuvo nada que ver con demandas salariales o condiciones de trabajo.
Los empleados de la cadena de supermercados Market Basket demandaban una sola cosa: el regreso de su popular jefe Arthur T. Demoulas, quien había sido despedido en junio de 2014 en medio de una disputa familiar.
La disputa comenzó a extenderse durante ese verano con pérdidas para la empresa de aproximadamente US$10 millones al día.
Al final se resolvió con el regreso de Demoulas, luego de que los inversores acordaran venderle sus acciones.
No es fácil imaginar que un deporte cancele todos sus partidos durante un año, pero eso es exactamente lo que ocurrió con la Liga Nacional de Hockey de Estados Unidos en 2004-2005.
La falta de acuerdo sobre un convenio colectivo entre los jugadores y sus empleadores hizo que el conflicto durara un tiempo récord en el campo deportivo.
La paralización dejó 1.230 partidos sin jugar y a los fans desesperados por no poder ver a sus estrellas en acción.