Solo por si acaso: no te inyectes semen.
No intentes esto en casa. Ni en ninguna parte. Nunca.
En varios rincones de internet se discuten los distintos beneficios y usos del semen más allá de la reproducción, pero según médicos de un hospital en Irlanda, nunca se había registrado un caso como este.
En la edición de enero del Diario Médico de Irlanda, la doctora Lisa Dunne, del hospital Adelaide y Meath de ese país, reporta que recibió un paciente de 33 años que se quejaba de un severo dolor en la parte baja de su espalda.
Según narra el paciente, ya llevaba varias semanas con el dolor, pero se le intensificó luego de levantar un pesado objeto de metal.
Mientras lo examinaba, la doctora notó que el hombre tenía una protuberancia en su brazo derecho…
Durante la cita, el hombre reveló que durante los últimos 18 meses se había estado inyectando una “dosis” mensual de su propio semen.
Según el reporte, el hombre se inyectaba el semen de manera intravenosa e intramuscular como “un método innovador para tratar su dolor (de espalda)”, según indica el reporte de la doctora Dunne.
Según su relato, el paciente se había administrado la “cura” sin recibir ningún consejo médico.
El brazo “estaba endurecido alrededor de la minúscula herida de entrada, donde había fallado múltiples intentos de inyectar el fluido corporal, causando una extravasación de semen en los tejidos blandos”, dice el informe.
Al tomarle una radiografía, los médicos notaron que el paciente tenía una inflamación causada por acumulación de aire debajo de la piel.
Luego de enfrentarse a un caso tan extraño, los médicos investigaron si en alguna parte se había documentado algo similar, pero no encontraron nada.
Lo más cercano que hallaron fue reportes de los efectos de inyectar semen bajo la piel de ratones y conejos, pero no en humanos.
Según los médicos, los intentos de inyectarse sustancias como mercurio, gasolina, carbón o ácido están ampliamente documentados y generalmente corresponden a actos suicidas.
Sin embargo, el reporte indica que “este es el primer caso de inyección de semen intravascular” que se describe en la literatura médica.
Para los médicos, este caso ilustra los peligros de aplicar inyecciones por parte de personas que no están entrenadas, así como los riesgos que implica inocularse sustancias que no están indicadas para ello.
Por su parte, el paciente, cuyo nombre no fue revelado, se está recuperando luego de recibir tratamientos de antimicrobios, aunque decidió irse sin permitir que le hicieran un drenaje.
Su dolor de espalda mejoró durante el tiempo que estuvo internado, pero no tuvo nada que ver con las inyecciones de semen.