Entre las condenas, se conoció la sentencia de muerte para 75 personas y la cadena perpetua para otras 47, dentro de las que se encuentran varios líderes islámicos de la organización opositora Hermandad Musulmana.
Las organizaciones internacionales de derechos humanos han denunciado las irregularidades del juicio, y grupos como Amnistía Internacional lo describieron como un acto “groseramente injusto” y una violación de la constitución egipcia.
- 5 cosas que para bien o para mal han cambiado en Egipto desde la caída de Mubarak
- Cómo Estados Unidos está inundando de armas Medio Oriente, una región sumida en conflictos
En 2013 cientos de manifestantes se congregaron en la plaza Rabaa al-Adawiya, en El Cairo -la capital egipcia-, para protestar contra el golpe de estado al presidente electo, Mohamed Morsi.
Cientos de manifestantes, que habían ocupado esta plaza por más de 40 días, fueron asesinados por las fuerzas de seguridad del golpista Abdel Fatah al-Sisi, el actual presidente egipcio.
A principios de este año, el parlamento de ese país dio inmunidad a los oficiales militares involucrados en la violenta represión, así como en cualquier crimen que hubieran cometido entre julio de 2013 y enero de 2016.
¿De qué son acusados?
Los presuntos delitos de lo que se les acusa están relacionados con la seguridad, incluyendo cargos como la incitación a la violencia, el asesinato y la organización de protestas ilegales.
Las 75 condenas a muerte ya habían sido dictadas en julio, pero su confirmación este fin de semana -así como la de los nuevos veredictos- marcó el final del juicio.
Destacados miembros y políticos de la ahora prohibida organización Hermandad Musulmana, se cuentan entre los condenados a cadena perpetua, entre ellos su líder, Mohammed Badie.
Una de las condenas más polémicas es la del multipremiado fotoperiodista Mahmoud Abu Zeid, más conocido como Shawkan.
Shawkan, quien es considerado un ícono mundial de la lucha por la libertad de prensa, fue detenido mientras tomaba fotografías durante las manifestaciones.
Ahora, después de haber pasado cinco años en la cárcel pendiente de juicio, se espera que seas liberado.
“Crimen de lesa humanidad”
Cientos de civiles fueron arrestadas en 2013 cuando el ejército y la policía egipcia dispersaron la protesta pro-Morsi, que tuvo lugar un mes después de que el ex presidente -electo democráticamente- fuera derrocado por el entonces jefe militar, Abdel Fatah al-Sisi.
El juicio masivo de este sábado es considerado injusto en tanto el mandatario egipcio no está juzgando a los responsables de la masacre que cobró la vida de cientos de civiles, sino a los propios manifestantes.
La organización Human Rights Watch ha dicho que el asesinato de al menos 817 personas por parte de las fuerzas de seguridad egipcias en 2013 probablemente equivalía a un crimen de lesa humanidad.
Pero el gobierno egipcio se mantiene en su posición de que muchos manifestantes estaban armados y que ocho policías fueron asesinados, aunque esto contradice sus cifras iniciales, cuando dijeron que los muertos en el servicio de seguridad ascendían a más de 40.
Desde entonces, el presidente al-Sisi declaró que el movimiento islamista Hermandad Musulmana es una “organización terrorista“.
La Hermandad es el mayor grupo de oposición y el más antiguo de Egipto, y cuenta con un amplio apoyo entre la clase media del país.