¿Cómo es posible que dos terremotos devastadores afectaran en el pasado a Portugal, si esta región está a miles de kilómetros de fallas en la corteza terrestre conocidas por causar grandes sismos?
Esta pregunta ha intrigado durante años al geólogo portugués Joan Duarte, profesor de la Universidad de Lisboa, quien finalmente asegura haber develado el misterio.
Duarte presentó los resultados de su trabajo en el reciente encuentro de la Unión Europea de Geociencias en Austria.
Y lo que el geólogo descubrió fue algo extraño: una placa tectónica se está deslizando bajo otra causando la división de la corteza terrestre, según explicó a BBC Mundo.
“Sabíamos que se había producido el gran sismo de Lisboa de 1755, el mayor históricamente en Europa, que tuvo una magnitud de 8,7″, explicó Duarte.
Las estimaciones de muertes varían porque había pocos registros poblacionales, pero las más bajas se sitúan entre 20 mil y 30 mil muertes, y las más altas hablan de 100 mil.
“El sismo destruyó Lisboa, gran parte del sur de España y Marruecos, y causó un gran tsunami que llegó a Irlanda y hasta el Caribe”, señaló el geólogo.
Un segundo gran sismo afectó la región en 1969.
“La magnitud fue de 7,9, pero fue muy lejos de la costa. Mató entre 11 y 30 personas y destruyó cerca de 400 casas, pero los daños no se saben con precisión porque Portugal era una dictadura en esa época y el gobierno escondió algunos datos”.
Lo extraño, según explicó Duarte a BBC Mundo, es que los grandes sismos ocurren generalmente en el Océano Pacífico, porque allí existe lo que los geólogos llaman un proceso de subducción, cuando una placa tectónica se desliza bajo otra placa.
“En América del Sur, por ejemplo, del lado de Brasil no hay sismos grandes, pero al otro lado, Chile tiene los Andes y una zona de subducción y se producen terremotos muy grandes”.
La zona marina donde ocurrieron los sismos que afectaron Portugal, llamada Llanura Abisal de la Herradura, es muy plana.
Pero el trabajo de Duarte y sus colegas reveló una sorpresa entre la placa africana y la placa euroasiática.
“Lo que encontramos es que una placa tectónica está comenzando a hundirse y deslizarse bajo la otra”.
Ese proceso genera una división horizontal en la corteza. Las placas tienen dos capas, y debido a la subducción ocurre el siguiente fenómeno: la capa de abajo se está hundiendo bajo otra placa, pero la capa de arriba sigue en la superficie para evitar una brecha.
En otras palabras, la placa se está “descascarando”, según explicó Duarte.
La subducción ocurre bajo el mar a más de 200 km del Cabo de San Vicente, en la punta sur de Portugal, y en una zona con profundidades que llegan hasta 250 km.
Duarte y sus colegas detectaron además un proceso llamado “serpentinización“.
“Como las placas están debajo del agua, ésta va infiltrando, penetrando la roca, y las placas se van debilitando. Es algo similar a lo que ocurre cuando los metales se corroen. Este debilitamiento hace más fácil que la placa se parta”.
Una capa de la corteza se está transformando por ese proceso en serpentina, un mineral “muy débil y suave”.
Duarte señaló que el proceso de subducción se ha venido produciendo en escalas de hasta cinco millones de años y es probable que continúe durante tal vez unos 10 millones de años.
Para el geólogo, el descubrimiento de la nueva zona de subducción no debe causar alarma.
Haber encontrado esta estructura ahora hará posible monitorearla mejor y saber dónde colocar, por ejemplo, navíos para estudios o sismógrafos en el fondo del mar.
“La verdad es que ya sabíamos por los terremotos pasados que había una probabilidad de que ocurrieran en el futuro, porque se trata de procesos cíclicos en la Tierra”, afirmó Duarte.
“Mi mensaje es que debemos ver este hallazgo en forma positiva. Al permitirnos conocer mejor los procesos que generan sismos, la ciencia nos da también mejores mecanismos para defendernos“, agregó el científico de la Universidad de Lisboa.
Duarte señaló a BBC Mundo que los terremotos son parte de la dinámica del planeta, y la mejor manera de responder será siempre la prevención, “construir casas preparadas para sismos y saber que hacer en caso de un terremoto o tsunami”.
“No debemos asustarnos, estos fenómenos ocurren y debemos estar preparados”.