Redacción / BBC News Mundo
Las autoridades de Estados Unidos encontraron un túnel secreto para transportar de droga entre un local en el que funcionaba un KFC, en el estado estadounidense de Arizona, y una casa en México.
El pasadizo, de 180 m de largo, fue descubierto en la cocina del restaurante, en la ciudad de San Luis, y conducía por debajo de la frontera a una vivienda en San Luis Río Colorado, en el estado de Sonora, en México.
Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés), dijo el miércoles que “en última instancia, la propiedad del túnel se remonta al cártel de Sinaloa“.
Las autoridades hallaron el corredor el lunes 13 agosto después de que la policía detuviera a Iván López, propietario del inmueble, mientras iba conduciendo por la ciudad, según la cadena KYMA News.
Durante la intervención, los perros de la policía detectaron dos cajas de drogas duras con un valor de más de US$1 millón en el vehículo de López.
Los investigadores dicen que los contenedores contenían 118 kg de metanfetamina, 6 kg de cocaína, 3 kg de fentanilo y 21 kg de heroína.
Las autoridades ya habían visto a López sacar las cajas del antiguo KFC.
Los agentes registraron la casa de López y el establecimiento de comida rápida, y fue entonces que vieron la entrada del túnel en la cocina.
El dueño del inmueble de Arizona quedó arrestado.
El pasaje subterráneo está construido a 6 m de profundidad, tiene 1,5 m de alto y cerca de un metro de ancho, y termina en un puerta debajo de una cama en una casa en México, dijeron las autoridades estadounidenses.
Se cree que los implicados halaban las drogas a través del túnel con cuerdas, según dijo Scott Brown, agente especial del DHS, el miércoles.
Este no es el primer descubrimiento de este tipo: en 2016, las autoridades encontraron un túnel de cerca de 800 m en San Diego, California.
En ese entonces, las autoridades dijeron que era uno de los túneles más largos jamás descubiertos y que se usaba para transportar cargamentos “sin precedentes” de cocaína y marihuana.
Solo en julio, la Patrulla Fronteriza de EE.UU. confiscó 15 kg de heroína, 10 kg de cocaína, 327 kg de metanfetaminas y 1.900 kg de marihuana en los puestos de control fronterizo de todo el país.