Un hombre en Canadá abrió la caja fuerte de un pequeño museo que había permanecido cerrada durante décadas, al adivinar la combinación en el primer intento.
Stephen Mills estaba visitando el Museo Vermilion Heritage con su familia cuando intentó abrir la caja metálica “como una broma”.
El museo, que se encuentra en la provincia de Alberta, ya había intentado abrir la antigua caja numerosas veces sin éxito alguno.
La caja de seguridad había permanecido cerrada desde finales de los años 70.
La localidad de Vermilion cuenta con apenas unos 4.000 habitantes y el museo expone una colección histórica del pueblo en un edificio de ladrillo que solía ser una antigua escuela.
El señor Mills, de Fort McMurray, también en Alberta, estaba visitando Vermilion con sus parientes durante un fin de semana largo en mayo.
“Siempre que vamos de camping cada verano, hemos aprendido que cada pequeño pueblo, no importa donde, tiene algo que ofrecer“, dijo a la BBC.
Así que la familia trajo a los niños a visitar el museo y recibieron una gira guiada por el voluntario Tom Kibblewhite.
Una de las exposiciones fue la caja fuerte que originalmente había estado en el Hotel Brunswick del pueblo, inaugurado en 1906.
Se cree que la caja fue adquirida en 1907 y fue donada al museo a comienzos de los 1990, después de que el hotel cambiara de dueño y fuera renovado.
Mills comentó que cuando les mostraron la caja, toda la familia “quedó intrigada”.
Con anterioridad, el museo había contratado a expertos para descifrar la clave, había intentado varias combinaciones por defecto y contactado a exempleados para ver si podían ayudar.
Al igual que la familia Mills, otros visitantes al museo le metieron mano para intentar abrirla, sin resultado.
También te podría interesar:
“Le dije [al señor Kibblewhite]: ‘Esa es una increíble cápsula de tiempo. Ni siquiera saben lo que hay dentro'”, declaró Mills, que trabaja como soldador.
Se dio cuenta que los números iban de cero a 60, y decidió intentar 20-40-60.
“La combinación típica de un candado de clave: tres vueltas en dirección de la manillas del reloj -20- dos vueltas en dirección contraria -40- una en dirección de las manillas del reloj -60. Giré la manilla y abrió”, afirmó.
“Me di cuenta de que no la habían abierto en mucho tiempo porque cayó un poco de polvo del mecanismo de cerradura”.
Kibblewhite le dijo a la BBC que “fue emocionante” cuando se dio la vuelta y vio la puerta abrirse de par en par.
¿Qué había adentro?
Ningún tesoro, desafortunadamente. Contenía una vieja cuenta de pago y parte de una libreta de pedidos de restaurante que se remontan a finales de los 1970.
La libreta incluía recibos para una hamburguesa de champiñones por 1,5 dólares canadienses (US$1,12) y un paquete de cigarrillos por un dólar canadiense.
“Realmente no tienen valor alguno, pero son de gran interés para nosotros. Nos da una pequeña idea de cómo eran estos lugares en 1977, 78”, añadió Kibblewhite.
Las probabilidades que Mills adivinara la combinación correcta son muy bajas, señala Jeffrey Rosenthal, de la Universidad de Toronto y autor de “Knock on Wood: Luck, Chance, and the Meaning of Everything (“Tocar madera: suerte azar y el significado de todo”).
Calculó la probabilidad de adivinar la clave correcta en 1 en 216.000. (Ese cálculo supone que los números de la caja fuerte en efecto van de uno hasta 60).
Sin embargo, señaló que algunas cerraduras de combinación permiten un poco flexibilidad y se esta tenía un margen de tres dígitos, las probabilidades serían 1 en 8.000, “que siguen siendo bajas”, dijo Rosenthal.
El hecho de que la combinación seguía un patrón específico y no parecía ser una mezcla de números al azar también podría ser un factor en el cálculo de las probabilidades, concluyó.