Redacción / BBC News Mundo
Alia Ghanem carga con el peso de su maternidad: es la madre de quien fuera el hombre más buscado y odiado del mundo, Osama Bin Laden.
La mujer, de manos cruzadas y ataviada con una yihab encarnada y un vestido estampado, una caja de toallitas de papel a un lado y un retrato de su hijo de joven al otro, apareció este viernes en una fotografía en el diario británico The Guardian.
Desde la muerte de Bin Laden en 2011, es la primera vez que la madre del antiguo líder de al Qaeda y la matriarca de una influyente familia de Arabia Saudita habla públicamente sobre los motivos por los que, en su opinión, su hijo se radicalizó.
Según contó al periodista Martin Chulov, la última vez que vio a su hijo fue en 1999, momento en que Bin Laden vivía en Afganistán y dos años en antes de los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos.
Ya por entonces era considerado un importante sospechoso de “terrorismo mundial”, después de que se mudara a Afganistán en la década de 1980 para combatir contra las fuerzas soviéticas.
Ghanem recordó cómo aquella última vez su hijo fue muy atento con la familia y les mostró diferentes lugares durante los días que estuvieron allí.
Aunque dos hermanos de Bin Laden, también presentes en la entrevista, comentaron sobre el impacto que tuvo para la familia enterarse de los sucesos del 11-S, la madre prefirió hablar sobre sus recuerdos de la infancia del hijo.
Ghanem contó durante la entrevista que su hijo era “bueno” y “tímido” mientras crecía, que le gustaba estudiar y que era aplicado en la escuela.
Pero que le “lavaron el cerebro” en la universidad.
“Fue un niño muy bueno hasta que conoció a algunas personas que prácticamente le lavaron el cerebro a los 20 años. Puedes llamarlo un culto. Recibieron dinero para su causa. Yo siempre le decía que se mantuviera alejado de ellos”, afirmó.
Según Ghanem, su hijo “se convirtió en un hombre diferente”.
La madre agregó que su hijo nunca reconoció ante ella “lo que estaba haciendo, porque me amaba mucho”, aunque dejó entrever lo que fue para ella descubrir lo que pasaba con su hijo.
“Estábamos muy molestos. Yo no quería que nada de esto sucediera. ¿Por qué tiraría asítodo por la borda?“, dijo.
Pero ¿qué pasó con la familia después del 11-S?
Según contaron los familiares, tras los ataques del 11 de septiembre fueron interrogados por el gobierno saudita, que después limitó sus viajes y capacidad de movimiento.
“Desde el (hermano) más pequeño hasta el mayor, todos nos sentimos avergonzados de él. Sabíamos que todos íbamos a enfrentar horribles consecuencias. Nuestra familia en el extranjero regresó a Arabia Saudita”, confesó Ahmad, uno de los hermanos.
También aseguró que su madre sigue en “estado de negación” sobre la participación de Bin Laden en los atentados de Estados Unidos y que culpa a las personas que lo rodeaban.
Una de las grandes interrogantes que deja la entrevista es por qué el gobierno saudita permitió la entrevista con la madre de Bin Laden.
Chulov escribió que creía que una de las razones era que el país del Golfo buscaba demostrar que el exlíder de Al Qaeda no un agente estatal, como algunos alegaron.