Las dimensiones de la tragedia que vive México crecen en igual proporción que el número de sus víctimas.
Una explosión en un ducto de Pémex en el municipio de Tlahuelilpan en la noche del viernes dejó 79 muertos y decenas de heridos, según informó el domingo, el secretario de Salud, Jorge Alcocer.
La cifra ya triplica los reportes iniciales y las autoridades se muestran pesimistas con lo que pueda pasar en los próximos días, dado que algunos reportes indican que existen al menos 71 desaparecidos.
“El panorama se ha ido endureciendo para todos nosotros, a medida que han pasado las horas las expectativas de encontrar personas vivas prácticamente han desaparecido. Y entre las que se encuentran heridas en muchos casos se ha ido agravando”, explicó el sábado Omar Fayad, gobernador del estado de Hidalgo, donde tuvo lugar el incidente.
La explosión tuvo lugar luego de que cientos de personas llegaran hasta las inmediaciones de un descampado donde poco antes se había reportado una fuga de combustible en una tubería.
Aunque efectivos del Ejército llegaron a acordonar la zona, no pudieron contener el flujo de personas, lo que ha llevado a muchos a cuestionar el manejo de la situación de desastre por parte de las autoridades.
Más tarde, el lugar ardió y las llamas cubrieron el cielo de la noche en Tlahuelilpan.
Es considerada ya la mayor tragedia por robo de combustible en la historia de México.
Y a medida que pasan las horas, comienzan a trascender detalles de las víctimas.
Según explicó Fayad, del total de muertos hasta la tarde del sábado, cinco fallecieron mientras recibían atención médica.
Señaló, además, que las autoridades abrieron 59 carpetas de identificación de las víctimas.
El procurador general de Justicia de Hidalgo, Raúl Arroyo, por su parte, informó que luego de que los los peritos pudieron acceder la zona tras el incendio, ubicaron seis cuerpos completos y 57 restos de personas en grado de carbonización.
Tras la primera fase de búsqueda, agregó, se lograron identificar “de manera inmediata” a 9 personas, sin embargo, indicó que otras 54 se tratarán como “no identificados”.
De acuerdo con el procurador, esos restos mortales serán sometidos a procesos de identificación a través de muestras odontológicas o de ADN, pero, dado su estado, el proceso puede tardar semanas, meses o concluir sin resultados.
“El grado de degradación de los tejidos es muy grande, por lo que la identificación puede tardar mucho tiempo”, dijo, por lo que llamó a apoyar en el proceso a los familiares de las víctimas.
De acuerdo con Fayad, hay 74 heridos, distribuidos en hospitales de Hidalgo, Ciudad de México, Estado de México, Querétaro y Guanajuato.
“La mayoría de ellos tienen quemaduras del 60 al 90% de los cuerpos. Son personas que están un estado muy, muy grave”, dijo en declaración a periodistas.
El gobernador indicó que, del total de hospitalizados, la mayoría son hombres; siete son menores de 18 años; 30 de ellos tienen entre 18 a 29 años; 36 de entre 30 y 54 años, y uno de 63 años.
Indicó, además, que, dada su gravedad, algunos heridos serán trasladados en las próximas horas a un centro especializado en Galveston (Texas), Estados Unidos.
Arroyo, por su parte, indicó que una de las prioridades ahora es la atención a los familiares de las víctimas.