Hace dos meses falleció el último espécimen masculino de los mamíferos en mayor riesgo de extinción. Solo sobreviven dos hembras.
La trágica historia del mamífero en mayor peligro de extinción en el mundo, el rinoceronte blanco del norte, podría cambiar gracias a un método de fertilización in vitro (FIV) especial.
Un grupo de científicos logró crear dos embriones con los espermatozoides de dos machos muertos.
Los óvulos utilizados fueron los de hembras pertenecientes a una subespecie del rinoceronte blanco.
Los investigadores esperan que, con la técnica que desarrollaron, nazca un bebé en tres años.
Esto, a su vez, permitiría la preservación de los genes de una subespecie prácticamente extinta. El último rinoceronte blanco del norte, Sudán, murió el pasado marzo a los 45 años.
Solo sobreviven dos hembras. Y sus óvulos, según los científicos que pusieron en práctica el particular método de FIV, podrían usarse para crear embriones de su especie.
Uno de los científicos que participó en la investigación, Thomas Hildebrandt, profesor del Instituto Zoológico de Leibniz para la investigación de la Vida Silvestre, en Alemania, se refirió a las complejidades de la técnica.
Extraer óvulos de una hembra rinoceronte de dos toneladas no es sencillo.
“No se puede utilizar la mano para llegar a los ovarios, así que tuvimos que diseñar un dispositivo especial para alcanzarlos. Y para poder introducir la aguja con precisión en el área que libera los óvulos fue necesario un ultrasonido”, le dijo Hildebrandt a la BBC.
En vez de utilizar los instrumentos tradicionales que suelen emplearse en procedimientos de FIV, se usó uno de 150 cm que se insertó a través del recto y no está patentado.
La operación se realizó cuando la hembra estaba bajo anestesia general, pero de todas maneras fue complicado.
Muy cerca de los ovarios hay una arteria de gran tamaño que, si fuera perforada, podría ocasionar la muerte del animal porque correría el riesgo de desangrarse. Además, en los rinocerontes, los riñones están muy cerca de esa zona.
Una vez que los óvulos fueron extraídos y preservados, el reto fue fertilizarlos con el esperma de dos rinocerontes blancos del norte que habían muerto hace varios años.
El siguiente paso fue inyectarle a los óvulos los espermatozoides utilizando corriente eléctrica para estimular la fusión.
¿El resultado? Embriones con la carga genética de una subespecie de la que solo quedan dos hembras.
“Todos pensaban que no había esperanza, pero el conocimiento que tenemos ahora nos da confianza, creemos que la técnica permitirá la reproducción de la subespecie“, señala Hildebrandt.
Muchos investigadores dedicados a tratar de salvar al rinoceronte blanco del norte consideran que el trabajo desarrollado por Hildebrandt y el resto de los especialistas involucrados en el proyecto es importante.
Pero el escenario de que un bebé rinoceronte haya nacido en tres años es demasiado optimista, según Terri Roth, del Zoológico de Cincinnati, en Estados Unidos.
“La transferencia de embriones en rinocerontes es un procedimiento muy incipiente que no ha sido exitoso en ninguna de las especies”, le dijo Roth a la BBC.
Y prosigue: “Hay solo dos hembras vivas, así que la extracción de óvulos es un reto, la cantidad que pueda obtenerse será limitada. Además, los embriones que se formen tendrán que congelarse hasta que (el ciclo de) una hembra esté preparado para la implantación”.