Las cucarachas son criadas en una granja operada por una compañía farmacéutica. Redacción BBC Mundo
Aunque para muchos las cucarachas son insectos desagradables, para la industria china son una oportunidad de negocio debido a sus supuestas propiedades medicinales.
Desde hace años se consumen cucarachas fritas tanto en China como en otros países asiáticos, pero ahora se producen a gran escala.
Una granja operada por una compañía farmacéutica tiene una producción anual de 6.000 millones de cucarachas adultas.
Está ubicada en la ciudad de Xichang, en el sudoeste del país.
Los insectos son criados en un edificio de un tamaño equivalente al de dos campos deportivos, según la descripción del diario South China Morning Post.
Dentro hay estrechas filas de estanterías con contenedores abiertos con alimentos y agua.
El ambiente es cálido, húmedo y oscuro.
En el interior de la granja, los insectos tienen la “libertad” de moverse para buscar alimentos y reproducirse, pero no pueden salir y jamás ven la luz del sol.
Un sistema de Inteligencia Artificial controla el criadero, regulando una serie de variables como la temperatura, las condiciones de humedad y el alimento disponible.
Una vez que alcanzan la edad adulta, las cucarachas son trituradas y procesadas para elaborar una poción muy utilizada por la medicina tradicional china.
Ese producto con aroma a pescado y de sabor dulzón se denomina Kangfuxin.
Se utiliza para tratar gastroenteritis, úlceras duodenales y afecciones respiratorias, entre otras enfermedades.
“Realmente son una droga milagrosa“, le dijo al diario británico The TelegraphLiu Yusheng, profesor de la Universidad Agrícola de Shandong y director de la Asociación de Insectos de la provincia de Shandong.
“Pueden curar una serie de dolencias y funcionan mucho más rápido que otras medicinas“, agregó.
“China tiene el problema del envejecimiento de la población”, explicó el profesor Liu.
“Estamos tratando de encontrar nuevos medicamentos para personas mayores y estos generalmente son más baratos que los occidentales”, indicó.
Aunque la producción de cucarachas con fines medicinales es impulsada por el gobierno y el uso de los productos derivados es frecuente en los hospitaleshay quienes expresan sus reparos.
“Esta poción no es una panacea, no tiene un poder mágico contra todas las enfermedades”, le dijo al diario South China Morning Post una investigadora de la Academia China de Ciencias Médicas de Pekín, que pidió mantener su nombre en reserva.
Semejante concentración de insectos, así como la cría, en cautiverio acarrean riesgos.
Sería “catastrófico” si miles de millones de cucarachas fueran liberados al ambiente, ya sea por un error humano o un terremoto, le explicó al mismo diario el profesor Zhu Chaodong, de la Academia China de Ciencias de Pekín.