No es descortés marcharte de una reunión que te está haciendo perder tiempo. Este es un consejo de Elon Musk para trabajar más y mejor.
¿Cuantas veces te has encontrado en medio de una reunión de trabajo tratando de contener un bostezo para disimular que te estás aburriendo como un hongo?
No eres el único. Pero si en vez de disimular tu hartazgo te levantas y te marchas, puede que no solo no quedes mal ante el resto, sino que esta decisión te resulte beneficiosa.
Esta es la opinión al menos de Elon Musk, quien incluyó este consejo y otras recomendaciones en un correo que envió a sus empleados, a fin de aumentar la productividad en su planta de autos Tesla Modelo 3.
“Salte de la reunión o acaba una llamada apenas te resulte obvio que no estás generando valor añadido”, decía la misiva.
“No es descortés marcharte, sí lo es hacer que alguien se quede y pierda su tiempo”.
André Spicer, profesor de la Escuela de Negocios Cass de la City University de Londres, dice que la gente deja las reuniones con frecuencia al dejar de prestar atención y mirar su teléfono móvil.
“Puede que estén allí en persona, pero no mentalmente”, dice.
Concuerda con que las reuniones pueden ser una pérdida de tiempo. Pero cree que también, a medida que una empresa crece, es necesario crear más vínculos entre los empleados.
“Las reuniones ayudan en ese sentido”, afirma. “Son una especie de ritual, como cuando los monos se quitan las pulgas de la espalda unos a otros”.
El fundador de Amazon se reúne con sus inversores apenas seis horas al año, y evita las reuniones temprano por la mañana.
Pero el medio digital Business Insider dice que Jeff Bezos también tiene una estrategia muy estricta para que las reuniones sean productivas: nunca hagas una reunión en la que no puedas alimentar a todo el grupo con dos pizzas.
El emprendedor cree que los grupos pequeños son mucho más eficientes que los grandes, y la regla de las dos pizzas le ayudan a evitar hacer reuniones que le harán perder tiempo.
Spicer coincide con Bezos: “Una reunión grande es una receta para un monólogo. A veces hace falta escuchar al líder, pero es innecesario hacerlo en el marco de una reunión”.
Dicen que Mark Zuckerber, CEO de Facebook, les pregunta siempre a sus managers cuál es el punto del encuentro: ¿es para tomar una decisión o para debatir?
Esto es para definir el propósito de la reunión.
Es posible que Bill Gates esté de acuerdo. Muchos le atribuyen haber dicho que “uno hace una reunión para tomar una decisión, no para decidir sobre una pregunta”.
Según la biografía de Steve Jobs escrita por Walter Isaacson, el genio detrás del iPhone detestaba las reuniones en la que se explicaban cosas con proyecciones.
“La gente que sabe de lo que está hablando no necesita PowerPoint”, decía Jobs.
Él hacía sus complejas presentaciones para el lanzamiento de productos usando elementos visuales llamativos para hacerse entender.
“Generalmente, los PowerPoints son una gran distracción, a menos que contengan datos o gráficos”, explica Spicer.
“La primera cosa que la gente odia del trabajo son los correos. La segunda son las reuniones”, piensa Spicer.
Pero aunque no sean más que “rituales vacíos”, pueden ser una forma efectiva de promover la comunicación en los negocios.
“Existe la necesidad de comunicación y coordinación”, señala. “Las reuniones son importantes, pero hay demasiadas”.
Además, hay cosas mucho peores en la vida de oficina.
“¿Peores que las reuniones? Piensa en las conferencias telefónicas”, argumenta, “esas sí son horribles”.