Redacción* / BBC News Mund
Hicieron falta siete décadas para que la presidencia de la Asamblea General de la ONU la ocupara una mujer de América Latina.
Por primera vez en la historia del organismo, su máximo espacio de discusión está presidido por una mujer de latinoamericana: la ecuatoriana María Fernanda Espinosa.
La diplomática, científica y escritora, de 54 años,asumió el cargo este mes y durante un año se encargará de dirigir los debates desde una de las más altas tribunas de la ONU.
Y esta semana tiene sus días más importantes, pues están convocados líderes de todas las naciones en Nueva York para discutir la situación política y social del mundo.
A lo largo de la historia, de la Asamblea General han surgido acuerdos históricos, como la creación del Estado de Israel, o propuestas de solución a asuntos globales, como en la crisis económica de 2008.
La agenda de Espinosa estará enfocada en los conflictos migratorios y la igualdad de género, entre otros temas.
“En América Latina, en particular, existen movimientos migratorios atípicos”, dijo en entrevista con BBC Brasil.
“El caso de Venezuela ha merecido la atención de las agencias de la ONU relacionadas con el tema”, dijo en referencia a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y la Organización Internacional de las Migraciones.
Espinosa Garcés tiene estudios de Antropología y Ciencias Políticas, así como estudios en Lingüística Aplicada, Ciencias Sociales y Estudios Amazónicos, y Geografía Ambiental.
Además de componer poesía, ha escrito 30 artículos científicos sobre la región amazónica, la cultura, el patrimonio, el desarrollo sostenible, el cambio climático, la política exterior, la integración regional, la defensa y la seguridad, destaca la ONU en su web.
De la academia pasó a la política en diferentes cargos durante el gobierno de Rafael Correa en Ecuador.
Ocupó la Cancillería de ese país en dos ocasiones, además de que fue la primera embajadora del país sudamericano ante la ONU.
Además de la inmigración, Espinosa señala que el “empoderamiento femenino” será uno de los temas prioritarios de su gestión, la cual se prolongará hasta septiembre de 2019.
“Quiero dedicar esta elección a todas las mujeres que participan en la política, que se enfrentan a los ataques políticos y mediáticos marcados por el machismo y la discriminación”, dijo en su primer discurso tras ser elegida como presidenta de la Asamblea General.
Sin embargo, Espinosa reconoce que su objetivo más inmediato es el Pacto Global de las Migraciones, que reunirá a los países de la ONU en Marruecos en diciembre.
“Será un gran apoyo para que la inmigración sea organizada y garantice los derechos de las personas en la movilidad urbana”, dijo Espinosa a BBC Brasil.
¿Estará Venezuela entre las prioridades? Espinosa dio pocos detalles sobre cómo lidiar con la crisis migratoria que existe en ese país.
“Si hay interés de los Estados miembros en abordar casos específicos sobre países, deben hacerse las consultas correspondientes, soy presidenta de los 193 Estados miembros de la ONU”, dijo.
Las presidencias de latinoamericanos han llevado a importantes debates en el pasado.
El excanciller brasileño Oswaldo Aranha lideró la Asamblea General cuando se adoptaron iniciativas que culminaron en la creación del Estado de Israel en 1947.
El hecho cambió la geopolítica de Medio Oriente.
En la crisis económica de 2008, que acaba de cumplir 10 años, el presidente de la Asamblea General era el nicaragüense Miguel d’Escoto Brockman.
Convocó a expertos renombrados para discutir la crisis financiera y económica global provocada por la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers.
Las conclusiones de la comisión creada por D’Escoto, que fue presidida por el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, acabaron influenciando el debate sobre cómo las futuras crisis deben ser evitadas.
Existe una fuerte expectativa de que Espinosa pueda llevar adelante el debate sobre la reforma del Consejo de Seguridad de la ONU, la más alta instancia del organismo y cuya meta original es cuidar la seguridad y la paz en el mundo.
Tiene cinco miembros permanentes –China, Francia, Rusia, Reino Unido y Estados Unidos– con poder de veto, y 10 con asientos rotativos y asignados por región.
Varios países defienden la reforma del Consejo desde hace más de dos décadas.
“Yo voy a poner mis mejores esfuerzos para que esa agenda avance, pero el avance de ello debe estar en consonancia con la visión de los Estados (que integran la ONU)”, dijo a BBC Brasil.
Consideró que dentro de un año, al concluir su mandato, espera que “los refugiados, que las mujeres violadas y maltratadas, y las personas con hambre puedan decir en algún lugar que Naciones Unidas les han servido“.
*Con información de Marcia Carmo, para BBC Brasil.