Carlos Ghosn fue cesado este jueves como presidente de Nissan.
El arresto y posterior despido de Carlos Ghosn como presidente de Nissan fueron descritos como un “trabajo fríamente planeado”.
Así lo aseguran fuentes cercanas al ejecutivo de la industria automotriz detenido este lunes.
Ghosn fue arrestado acusado de no reportar sus ingresos reales por parte de Nissan y de usar los activos de la compañía para su uso personal.
Este jueves, fue cesado como presidente de la compañía después de dos décadas al frente de la automotriz japonesa.
La junta directiva también votó para remover al alto ejecutivo Greg Kelly. Ambos permanecen bajo custodia en Tokio.
Algunos vieron este movimiento como una oportunidad para restablecer el equilibrio de poder en la alianza entre Nissan, Renault y Mitsubishi.
Ghosn, quien también era presidente y director ejecutivo de la automotriz francesa Renault, fue el artífice de esta alianza en la que Renault fue visto como el socio dominante debido a su participación del 43% en Nissan, a pesar de vender menos autos. La participación de Nissan en Renault es solo del 15%.
Si bien los gobiernos de Japón y Francia insistieron en que se debería preservar la alianza de compañías que solo el año pasado fabricó 10 millones de autos, se cree que los ejecutivos de Nissan se sintieron incómodos con el poder ejercido sobre la compañía por Renault y que quedó concentrado en manos de Ghosn.
El diario británico Financial Times informó que los planes para una fusión completa de Renault y Nissan estaban avanzados, pero las fuentes consultadas por la BBC insisten en que una fusión completa, para crear una sola compañía, “nunca estuvo en juego”.
A pesar de que Ghosn se llevó el crédito de haber rescatado a Nissan de la bancarrota hace casi 20 años, se dice que su estatus de héroe indigna a algunos dentro de Nissan, incluido al presidente ejecutivo de Nissan, Haroto Saikawa. Este se negó a responder cuando se le preguntó si Ghosn se había convertido en un “dictador”.
Ahora, saber qué pasará sobre su futuro en Renault y el destino de la alianza que Ghosn creó casi sin ayuda puede tardar en quedar claro.
Nissan acusó a Ghosn de “significativos actos de mala conducta”, entre los que se incluyen los informes irreales sobre sus ingresos y el uso personal de los activos de la empresa.
El lunes, la firma dijo que había realizado una investigación interna durante varios meses, motivada por un denunciante.
Nissan también acusó a Kelly, el otro alto ejecutivo cesado este jueves, de haber estado “profundamente involucrado” en los hechos de mala conducta.
Los fiscales dijeron que los dos hombres conspiraron para subestimar la compensación de Ghosn a partir de 2010, algo que se considera fraude fiscal.
Ghosn está acusado de presentar informes anuales sobre sus valores que contienen declaraciones falsas, lo que podría significar hasta 10 años de prisión, una multa de 10 millones de yenes (unos US$88.000) o ambos.
La radio pública japonesa NHK también informó, citando fuentes anónimas, que Nissan gastó millones de dólares en casas de lujo en cuatro países sin justificaciones comerciales legítimas. La firma compró y renovó casas en Brasil, Líbano, Francia y los Países Bajos, según NHK, si bien Ghosn no fue acusado por esto.
La agencia de noticias japonesa Kyodo informa que el presidente ejecutivo de Nissan, Hiroto Saikawa, asumirá el cargo de presidente interino.
A principios de esta semana, prometió que Nissan intentaría “estabilizar la situación y normalizar las operaciones diarias” para el personal y los socios comerciales.
La junta de Nissan dijo que establecería un comité para considerar la designación de un sucesor permanente de Ghosn.
Mitsubishi Motors se reunirá para discutir el papel de Ghosn la próxima semana.
Por su parte, la junta de Renault nombró a su director de operaciones, Thierry Bolloré, como director general interino para que se encargue de dirigir la empresa automotriz francesa en reemplazo de Carlos Ghosn.
El futuro de la asociación entre Nissan, Mitsubishi y Renault sigue sin estar claro después de las acusaciones.
Antes de la reunión de la junta de este jueves, el ahora presidente interino de Nissan, Hiroto Saikawa, había insistido en que la asociación “no se vería afectada” por los arrestos de Ghosn y Kelly.
Pero el presidente ejecutivo de Mitsubishi Motors, Osamu Masuko, reconoció que la alianza sería difícil de manejar sin Ghosn.