Los wombats pueden producir hasta 100 cubos de heces en una noche.
Un pequeño animal nativo de Australia es el protagonista de un gran misterio científico.
¿Cómo es posible que los marsupiales llamados wombats o vombátidos puedan defecar cubos?
Se trata de la única especie conocida que produce heces con esas dimensiones, y lo hace en cantidades considerables.
Un wombat puede defecar en una noche cerca de 100 cubos, que apila en montículos para marcar territorio.
Aunque estos animales tienen anos redondos como otros mamíferos, no producen heces en bolas o en pilas blandas.
Un grupo de científicos en Estados Unidos asegura que la razón de los extraños cubos de los wombats está en las características peculiares de su intestino.
“Lo primero que me llevó a estudiar esto es que jamás había visto algo tan extraño en biología. Era un misterio”, señaló Patricia Yang, investigadora postdoctoral en ingeniería mecánica del Instituto de Tecnología de Georgia, en Estados Unidos.
By the way @BBCiPM, we’re delighted to say that we now have Wombat poo in our collection…here it is in all it’s cubic glory! pic.twitter.com/Q7C9erGyd8
— National Poo Museum (@PooMuseum) September 15, 2018
Yang y sus colegas estudiaron los tractos digestivos de wombats sacrificados luego de choques con vehículos en Tasmania.
“Comenzamos a diseccionar con entusiasmo los intestinos de los animales como si fuera un presente de Navidad”, señaló a la BBC David Hu, otro de los investigadores.
Los científicos compararon los intestinos de los vombátidos con los de cerdos e insertaron globos expandibles en el tracto digestivo de los animales para medir su elasticidad.
En el caso de los wombats, las heces cambiaron de un estado similar a un líquido a un estado sólido en el último 25% del intestino. Y en el último 8% del tracto intestinal los investigadores detectaron un gran cambio en elasticidad.
Es esa elasticidad variable de las paredes intestinales la que explica la formación de cubos de heces de unos dos centímetros de lado.
Los cubos permiten a los wombats apilar sus heces en forma eficiente no solo para marcar territorio sino para comunicarse y atraer a otros vombátidos.
“Actualmente solamente tenemos dos métodos para fabricar cubos, los moldeamos o los cortamos. Ahora mostramos un tercer método”, afirmó Yang.
El estudio podría ayudar en el futuro a “aplicar un método similar al de los wombats en procesos de manufactura, con el fin de producir cubos con sustancias blandas, en lugar de moldearlos”.
Yang y sus colegas presentaron sus conclusiones en la reunión anual de la División de Dinámica de Fluidos de la Sociedad Estadounidense de Física, que tuvo lugar esta semana en Atlanta.