Samantha Gadsden amamantó a sus propios hijos hasta la edad de cuatro o cinco años. Al mismo tiempo amamantó a otros bebés.
Cualquier mujer que algunas vez se haya sentido juzgada por su decisión de no amamantar a su bebé se habrá sentido reivindicada con la declaración emitida la semana pasada por la Royal College of Midwives (RCM). la organización de parteras de Reino Unido.
El martes pasado, la organización dijo que si una mujer opta por alimentar a su bebé con fórmula, es una decisión que debe ser respetada.
Sin embargo, antes de la introducción del biberón en el siglo 19, la mujer que era incapaz o renuente a amamantar tenía otra opción: la nodriza.
Pero las hay también modernas, como Samantha Gadsden, una madre de tres hijos de Caerphilly, Gales, que compartió sus experiencias de amamantar a los bebés de otras mujeres.
Samantha entiende muy bien que el tema puede ser polémico, especialmente si el bebé a quien le estás dando pecho es el de otra mujer.
Ella ha estado donando su tiempo -y sus senos- desde que se convirtió en madre hace 10 años.
“Ya ni puedo recordar cuántos hermanos y hermanas de pecho tienen mis hijos”, comentó la nodriza de 47 años.
La primera vez que se ofreció como nodriza fue para ayudar a una amiga cuyo bebé se encontraba hospitalizado. La mujer tenía otro bebé mayor al que no se le permitía estar en el pabellón del hospital y que nunca había bebido de un biberón.
“Me llamó desesperada para que alguien se encargara de él… le dije ‘bien, pero, ¿cómo lo voy a alimentar?'”
“Ella respondió: ‘Tenía la esperanza que tú lo alimentaras’, así que eso fue lo que hice”.
También ha amamantado el bebé de otra amiga mientras lo cuidaba: “Ella me lo pidió porque ya sabía lo haría. Es más sencillo porque muchos de estos bebés nunca han usado biberones”.
En otra ocasión, le respondió a una nueva madre que buscaba donaciones de leche materna online: “Tenía mellizos y estaban famélicos… Ella se encontraba en el hospital, la habían sometido a una operación y no podía amamantarlos ni extraer su leche… los bebés estaban vomitando la fórmula”.
“Le dije, ‘no tengo una bomba (para extraer la leche) pero tengo un par de senos así que, si estás desesperada, le daré de mamar a tus bebés”.
“Somos buenas amigas ahora. Eso sucedió hace un par de años y acabamos de regresar de vacaciones”.
Aseguró que nunca ha sentido que las madres de los bebé que ha amamantado se hayan puesto celosas: “Si alguien te pide que amamantes a sus bebés, es porque necesita ayuda y te los está entregando, así que no”.
Gadsden trabaja de comadrona -una mujer que brinda apoyo, ayuda y consejos a otras mujeres durante el embarazo, el parto y después del nacimiento.
Pero afirma que su función de nodriza es completamente separada de su trabajo pagado y que nunca aceptaría dinero por alimentar el bebé de otra.
“No es una actividad profesional, es algo que hago como apoyo de madre a madre”, dice.
“No es algo que hago por dinero. No es que crea particularmente que hacerlo por dinero sea indebido, hablando francamente, porque todo tiene un valor pero, en lo personal, no”.
La reacción de la gente ante su actividad como nodriza ha sido variada: “Si son parte de la comunidad que amamanta o si son mis amigas creen que es ‘fantástico, qué amorosa que hagas eso por otras’, pero otras personas reaccionan con ‘¡Dios mío!'”
Las reacciones más fuertes han venido cuando la gente se entera que ha amamantado bebés después de conocer a las madres online: “Me dicen, ‘ni siquiera te conocían, hubieras podido ser cualquier persona, hubieras podido tener cualquier cosa, hubieras podido tener sida'”.
“Para empezar, la mayoría de las mujeres que amamantan han pasado por un programa de revisión del NHS (el sistema de salud pública de Reino Unido) y no todas están por ahí teniendo orgías y agarrando todas estas raras enfermedades”.
“Hasta cierto grado, si le vas a pedir a alguien que le des leche a tu bebé, tiene que haber un elemento de confianza, en primer lugar”.
Samantha Gadsen está segura de que hay muchas más nodrizas y que más mujeres utilizarían sus servicios si supieran que esa es una opción: “Pienso que eso sucede mucho más de lo que creemos, pero la gente no siempre lo menciona”.
La National Childbirth Trust (NCT), una fundación de caridad británica para el parto, manifestó que la actividad de nodriza “no es común en Reino Unido”, pero reconoció que algunas mujeres amamantan informalmente a los bebés de otras mujeres.
En un comunicado declaró: “Algunas personas podrán encontrar incómodo el tema de nodrizas. No hay razón legal, sin embargo, que mujeres que deseen amamantar o utilizar a una nodriza no lo puedan hacer y la NCT sostiene que las mujeres que lleguen a un acuerdo entre ellas mismas en torno a esto deben recibir apoyo en su decisión”.
Por su parte, la entidad que supervisa la salud y bienestar en Gales, ha dicho que las madres deberían aspirar a sólo darles a sus bebés leche materna durante los primeros seis meses y continuar proveyéndola por lo menos hasta el primer año de la criatura.
Declaró que si la leche de la propia madre no estaba disponible, la mejor alternativa debería ser la leche materna donada, pero las que comparten la leche deberían ser conscientes de los riesgos que incluyen los virus sanguíneos y otras infecciones, la transferencia de químicos, y la contaminación bacteriana después de la extracción.