Por esta manifestación, varios tráileres hacen fila, a lo largo de más de 10 kilómetros, lo que ha impactado en el traslado de mercancías.
Héctor Fajardo, de la Federación Centroamericana de Transporte (Fecatrans), manifestó que cualquier bloqueo impacta la logística para trasladar los productos como carnes, frutas y otros perecederos.
Además, de acuerdo con la información de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT) las operaciones aduaneras también se han complicado.
El bloqueo restringe el paso en la bifurcación hacia Malacatán y Tecún Umán, donde se encuentran las aduanas de Tecún Umán 1 y 2.
Un grupo de pobladores de Ocós pernoctó sobre la ruta y permanece por segundo día consecutivo en el punto del bloqueo.
Los pilotos de vehículos pequeños o livianos están buscando vías alternas para continuar su marcha. Unos utilizan la ruta de Pajapita a El Tumbador, mientras que otros avanzan por La Blanca para salir a una finca bananera y llegar a Limones; sin embargo, aseguran que es muy arriesgado este desvío porque los vehículos tienen que pasar con un tipo de ferri artesanal que atraviesa el río Naranjo, manifestó Osiel Juárez, conductor.
Otras personas optan por regresarse ya que no conocen los desvíos y por temor a ser víctimas de asaltos, mientras que la fila de vehículos pesados ya llegó al puente Vado Ancho en Coatepeque, Quetzaltenango, en el km 237.5.
Los manifestantes solicitan que los trabajos de reposición de la carretera continúen, pues la empresa que estaba a cargo de la obra levantó el asfalto viejo y esto ocasiona “más daños que mejorías”, porque de los 12 km que comprende la obra solo 300 metros han asfalto.