El cadáver de un migrante que murió el pasado 18 de marzo en un accidente de tránsito en Estados Unidos, llegó a su tierra natal, en Sololá, donde fue recibido por vecinos que organizaron una caravana.
En la comunidad Chauaxic, Sololá de donde era originario lo conocían como un vecino ejemplar. Antes de ir a Estados Unidos participó en los comités religiosos y de agua potable.
También era respetado por haber sostenido a sus tres hijos a pesar de la desintegración de su familia.
En la comunidad se destacó por ser un líder, pero ante la falta de empleo por haber cursado únicamente sexto grado de primaria.
Optó para ir a estados unidos, quería sacar a su familia adelante, pero no lo logró sus sueños quedaron truncados.
Dejó tres hijos, Cintia Leticia, Emy Lucrecia y Axel Josué Samines Morales de 11, 8 y 6 años. Ahora la madre tendrá la responsabilidad de sacar adelante a sus hijos.
Con información de: Ángel Julajuj