Ciudad Guatemala
Usuarios del transporte extraurbano que viajan de Escuintla a Siquinalá y viceversa denunciaron el abuso que cometen algunos ayudantes, quienes aumentan la tarifa del pasaje y afirman que la medida es a causa de las extorsiones.
Por Enrique Paredes
Por tal razón, agentes de la Policía Municipal de Transito (PMT) de Escuintla ha colocado operativos con la finalidad de detener este abuso que afecta a los usuarios, quienes por la necesidad de llegar a sus hogares o trabajo pagan hasta Q10 de pasaje cuando la tarifa es de Q5.
Efraín López, comerciante, dijo que los operativos son positivos, ya que no es justo pagar de más por una situación que es ajena a los usuarios; además, es algo en lo que debe de trabajar el gobierno, pues es el encargado de velar por la seguridad de la población.
Desde la semana pasada, usuarios del transporte extraurbano que viaja hacia la Costa Sur tienen dificultad para trasladarse, debido a que varios pilotos de la empresa Esmeralda mantienen suspendido el servicio por las extorsiones.
Miguel Hernández, director de la PMT de Escuintla, informó que recibieron denuncias por al aumento de la tarifa, por lo que coordinan operativos en algunas rutas, en especial la ruta entre Siquinalá y la cabecera, ya que es donde más quejas ha habido.
Hernández resaltó que al detener una unidad verifican si esta circula con la documentación de ley, después agentes suben al bus y les preguntan a los pasajeros si les cobran la tarifa acostumbrada.
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“En un bus que fue inspeccionado los usuarios dijeron que les habían cobrado Q10 de Siquinalá para Escuintla, cuando el cobro normal es de Q5, por lo que en ese momento se le dijo al ayudante que deben de devolver lo que han cobrado de más”, manifestó Hernández, quien añadió que cuando los pilotos se niegan a devolver el cobro extra, se les multa e inmoviliza el bus.
Se pronuncian
Pilotos, quienes prefirieron el anonimato, al ser consultados dijeron que debido a las extorsiones muchos de sus compañeros han dejado de trabajar, pero que por la necesidad ellos no han dejado el trabajo por lo que arriesgan su vida.
“Corremos riesgo al trabajar bajo las amenazas de los extorsionistas, sabemos que no es debido subirle al pasaje, pero nosotros estamos poniendo en riesgo la vida y además tenemos que juntar lo de la extorsión”, aseguró un ayudante de bus.
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