Las condiciones de salud para las más de tres mil personas que han permanecido por más de 30 días en los albergues habilitados en Escuintla tras la tragedia del Volcán de Fuego se ha empezado a complicar.
La semana pasada se detectaron siete casos de varicela. Ahora fueron casos de tuberculosis y posible propagación de piojos.
Líderes comunitarios y padres de familia se encuentran preocupados ya que no hay lugares especiales para tratar este tipo de enfermedades.
Para detectar brotes de enfermedades autoridades de salud realizan muestreos en los albergues.
La vigilancia en los albergues es constante y encaminadas a mejorar la salud de los damnificados.