Tras el decepcionante empate a un gol contra Panamá el pasado sábado en Oporto, Brasil necesitaba un resultado positivo para despejar dudas de cara a la Copa América.
Brasil se impuso por 3-1 a la República Checa en Praga, en el último partido amistoso de la Seleçao antes de que Tite dé la lista definitiva para afrontar la Copa América en Brasil del 14 de junio al 7 de julio.
David Pavelka (37) puso por delante a los checos en la primera parte, pero Brasil remontó en el segundo periodo con un gol de Roberto Firmino (49) y un doblete de Gabriel Jesús (83 y 90).
Tras el decepcionante empate a un gol contra Panamá el pasado sábado en Oporto, Brasil necesitaba un resultado positivo para despejar dudas de cara a la Copa América.
El seleccionador Tite cambió todo el entramado defensivo (incluido Allison por Ederson en el arco), salvo el mediocentro, donde el madridista Casemiro repitió.
En cambio, Tite decidió dar confianza a su línea ofensiva y volvió a jugar con Philippe Coutinho, Richarlison, Roberto Firmino y Lucas Paquetá, el autor del tanto contra los panameños.
Fue un partido de dos caras en Praga: en la primera los brasileños apenas se acercaron al área rival y en la que los checos (que venían de ser humillados en Wembley, 5-0 en su debut en la fase clasificatoria de la Eurocopa-2020 el pasado sábado) fueron en algunos momentos mejores, llegando incluso a adelantarse en el marcador.
Sin embargo, tras la pausa, las entradas en la cancha de Arthur y de los delanteros Gabriel Jesus, Everton y David Neres provocó que la Seleçao ofreciera una mejor cara, con un fútbol mucho más combinativo y efectivo en ataque.
Gracias a ello Brasil pudo remontar y llevarse una victoria que dará tranquilidad a un país que sólo espera ver a su selección ganar en casa un título que se le resiste desde 2007.
Los checos, quizás por la contundente derrota encajada en Inglaterra, comenzaron muy temerosos y Brasil se adueñó de la pelota en los primeros minutos, pero sin plasmar ese dominio en ocasiones de gol.
Ante la falta de creatividad en ataque de los brasileños, los checos dieron un pase al frente y pronto pusieron a prueba a Allison Becker.
El portero del Liverpool evitó el tanto checo con una gran estirada, después de que Patrik Schick lanzase un golpe franco por debajo de la barrera en la primera clara ocasión de gol del encuentro (22).
Brasil respondió con otra falta, lanzada por Casemiro, potente pero muy centrada, que el arquero checo despejó de puños (27).
Tras dos nuevas aproximaciones con peligro al área brasileña, los checos se adelantaron después de que Allan no acertase a cortar una contra y Schick se la dejó de taco a Pavelka que, antes de pisar el área, disparó con la zurda y la pelota se coló pegada al palo, haciendo inútil la estirada de Allison (37).
La Seleçao no encontraba la manera de romper la férrea defensa checa, aunque se aprovechó del primer error de los locales para empatar.
Era el minuto 4 de la segunda parte, cuando Marquinhos metió un balón largo que cortó Theodor Grebe Selassie, pero el lateral, que acababa de saltar a la cancha, cedió demasiado largo al central Marek Suchy y Firmino se adelantó para batir por bajo a Jiri Pavlenka (49).
Ese gol y el cansancio de los checos, impulsó a los brasileños, que comenzaron a jugar mucho mejor que en el primer periodo, pero entonces apareció Pavlenka para salvar al equipo local.
El arquero metió una mano prodigiosa a disparo de Coutinho para evitar el segundo tanto (61) y minutos después salvó con el cuerpo un disparo a bocajarro de David Neres, el joven delantero del Ajax que había sustituido a un inédito Richarlison (77).
Finalmente, los de Tite encontraron el premio a su buena segunda mitad y Gabriel Jesús puso por delante a la Canarinha apenas 10 minutos después de haber sustituido a Coutinho.
El delantero del Manchester United remató a puerta vacía un pase de Neres tras una rápida contra sudamericana (83).
Y al filo del tiempo reglamentado, Gabriel Jesús sentenció tras una gran jugada colectiva (90).
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