En las diez temporadas precedentes, los dos grandes de España figuraron en semifinales en 7 ocasiones, mientras que el conjunto bávaro lo hizo en 6 ediciones.
La Champions y tres de los partidos de ida de cuartos de final que se saldaron con victorias por tres goles de diferencia, lo que merma la emoción de cara a conocer el nombre de los semifinalistas y revela que la creciente desigualdad económica aumenta las diferencias deportivas entre los grandes de Europa.
El Real Madrid que conquistó el estadio de la Juventus de Turín (3-0), el FC Barcelona, que dinamitó las esperanzas de la Roma (4-1), y el Bayern de Múnich, que salió victorioso de Sevilla (2-1): el triunvirato del fútbol europeo está posicionado para estar un año más entre los cuatro mejores equipos del continente. En las diez temporadas precedentes, los dos grandes de España figuraron en semifinales en 7 ocasiones, mientras que el conjunto bávaro lo hizo en 6 ediciones.
Esta vez fue el Liverpool, que avasalló al Mánchester City (3-0) el miércoles por la noche, el que se posicionó como invitado sorpresa en el banquete. Pero los ‘Reds’, dopados con los ingentes derechos de televisión de la Premier, no son unos neófitos entre lo más granado del fútbol europeo, ya que es el tercer club más laureado de la competición (con cinco títulos junto al Bayern y el Barça), sólo por detrás de las 12 ‘orejonas’ del Real Madrid y las 7 del Milan.
Aunque Madrid y Barça parecen tener pie y medio en semifinales, el Bayern aún deberá pelear algo más en la vuelta ante el Sevilla en el Allianz Arena.
Esas diferencias atestiguan una tendencia esta temporada en Liga de Campeones, según un estudio del observatorio de fútbol del CIES, una fundación basada en Suiza creada por la FIFA; el declive “del equilibrio competitivo”.
El observatorio explicaba el fin de semana previo a los cuartos de final de la Liga de Campeones que era en esta competición donde se veía un mayor porcentaje de partidos ganados por tres o más goles de diferencia: el 29%, casi uno de cada tres, una cifra al alza un 8% en comparación a la temporada pasada a la misma altura de la competición.
Globalmente, apunta esta fundación, “la proporción de partidos desequilibrados aumentó en 20 de las 29 competiciones analizadas” en Europa. Pero ese es el caso particular de la Liga de Campeones, donde cada vez se aprecian más las diferencias entre campeonatos.
Así, el PSG, reforzado con las llegadas de Neymar y Kylian Mbappé, humilló al Celtic Glasgow, vigente séxtuple campeón de Escocia: 5-0 en su casa, 7-1 en el Parque de los Príncipes. Los ingleses del Chelsea, que penan en el quinto puesto de la Premier League, anotaron 6 goles ante el Qarabag, cuádruple campeón de Azerbaiyán, mientras que el Liverpool finalizó la fase de grupos con 23 goles anotados, con una media de 3,8 por partido.
Es cierto que los resultados abultados no se restringen a esta temporada, y que algunos clubes no titubean desde hace años a la hora de gastar, como es el caso del Mánchester City, que invirtió 878 millones de euros en confeccionar su actual plantilla.
Pero ambas variables se han visto multiplicadas en el presente curso.
Un estudio reciente de los despachos KEA y Ecorys, remitido a la Comisión Europea, ofrecía una conclusión implacable: una “concentración de recursos en los campeonatos más potentes y en un reducido número de clubes”, así como una “creciente diferencia entre los mejores clubes de las mejores ligas, pero también entre las diferentes ligas en términos económicos y deportivos”.
“Debemos trabajar para reducir esa diferencia entre los grandes clubes y los clubes más pequeños, y para equilibrar la competitividad de nuestros partidos y de nuestras competiciones”, reconoció el presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin a finales de febrero.
La instancia continental debe adoptar antes de finales de mayo una evolución del fair-play financiero, con una mejora de los controles de los desequilibrios en los mercados de fichajes.
Pero, al mismo tiempo, autorizó a los jugadores a disputar una misma edición de las competiciones europeas con dos clubes diferentes. Una medida que beneficia especialmente a los que disponen de medios para reforzarse en el mercado de enero, como por ejemplo el Barça, que se hizo en enero con los servicios del brasileño Philippe Coutinho por 160 millones de euros.
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