Pero uno de los equipos que más fuerte ha apostado por la Libertadores es sin duda el Flamengo, que ha invertido la friolera de 35 millones de euros (unos 40 millones de dólares) en fichajes.
Copa Libertadores renovada, con algunos clásicos que no estarán, otros regresan con ánimo refrescado no podrán negar el particular encanto del ya sexagenario torneo, que arranca esta semana con River Plate como campeón vigente y viejas polémicas.
Casi hay que empezar al revés -por el desenlace de 2018- para explicar la Libertadores-2019, donde la aspiración máxima para la Conmebol debería ser la de recuperar parte el prestigio perdido tras la accidentada ‘Final del Siglo’ entre River y su archirrival Boca Juniors el pasado diciembre.
Las piedras lanzadas por los ‘barrabravas’ pesaron más que la pelota y obligaron a que el partido de vuelta tras el 2-2 de La Bombonera se postergara primero y se mudara luego a Madrid, donde River se coronó campeón de América por 3-1 en la prórroga.
Nadie se atreve a garantizar una final sin incidentes en 2019, aunque sí diferente: meses antes de que los radicales ‘millonarios’ reventaran la gran gala del fútbol sudamericano, la Conmebol anunció que el siguiente campeón se decidiría a partido único, con sede en Santiago de Chile, como las copas europeas.
River, en calidad de vigente monarca, tiene números para defender su título en el Estadio Nacional pese a la retirada del ilustre uruguayo Rodrigo Mora y las marchas de Jonatan Maidana al Toluca mexicano y Gonzalo “Pity” Martínez a la Major League Soccer de Estados Unidos.
El mediapunta no es el único gran ausente de la nueva Libertadores, pues su último gol en la final del Santiago Bernabéu no solo hundió en la miseria a Boca, sino que se acabó cobrando también la cabeza del técnico Guillermo Barros Schelotto, quien cerró su etapa ‘xeneize’ y agarró el timón de Los Angeles Galaxy, también de la MLS.
Sí retorna Marcelo Gallardo al banquillo ‘millonario’ acompañado del veterano capitán Leonardo Ponzio, el nuevo central paraguayo Robert Rojas y el emergente enganche colombiano Juanfer Quintero, decisivo en la final continental con un gol de antología.
Subcampeón herido, Boca apostó por el experimentado Gustavo Alfaro en la dirección, traspasó al internacional Sub-20 Gustavo Balerdi al Borussia Dortmund alemán, y se reforzó con el ex arquero de Huracán Marcos Díaz y los mediocampistas Jorman Campuzano, del Atlético Nacional de Colombia, e Iván Marcone, del Cruz Azul mexicano.
Pero uno de los equipos que más fuerte ha apostado por la Libertadores es sin duda el Flamengo, que ha invertido la friolera de 35 millones de euros (unos 40 millones de dólares) en fichajes.
Eliminado en octavos por el también brasileño Cruzeiro en 2018, el ‘Mengao’ cuenta con incorporaciones de lujo como el volante uruguayo Giorgian De Arrascaeta, el zaguero Rodrigo Caio o el delantero Gabigol, del Santos. Eso sí, traspasó al internacional Lucas Paquetá al Milan italiano.
Palmeiras y Gremio ansían quitarse la espina de sus polémicas derrotas en semifinales ante Boca y River. Los primeros, con el cotizado Luiz Felipe Scolari aún en el banquillo, no alcanzan la final desde 2000, un año después de levantar su única Libertadores. Los de Porto Alegre, que ganaron su tercera corona en 2017, prometen pelea con la suma del extremo Walter Montoya.
Otro argentino, el ariete Marco Ruben, llegó a Atlético Paranaense, actual campeón de la Sudamericana, y Sao Paulo recuperó también a un contrastado veterano, el organizador Hernanes, de la liga china.
Aunque el fichaje más sonado lo protagonizó el Santos con el arribo de Jorge Sampaoli, el ex seleccionador de la Albiceleste que fracasó en el pasado Mundial. Incapaz de sacarle todo el jugo al astro Lionel Messi en Rusia-2018, el DT buscará arrimarse en esta ocasión a un prometedor venezolano, Yeferson Soteldo, recién llegado de Huachipato.
Sin clásicos como Fluminense y Corinthians, el chileno Colo-Colo, el argentino Racing o su vecino Independiente -máximo ganador histórico con siete trofeos-, la Libertadores se presenta con los omnipresentes archirrivales uruguayos, Peñarol y Nacional, y un grupo de aspirantes con opciones de sorpresa como Universidad Católica de Chile, U de Chile, Alianza Lima o los colombianos Junior de Barranquilla, Independiente Medellín y Atlético Nacional, vencedor hace dos años.
Bastante más remotas se antojan las posibilidades de equipos como el ecuatoriano Delfín y el paraguayo Nacional, que arrancan oficialmente la competencia este martes con su encuentro de ida por la primera fase.
Las eliminatorias, que decidirán los clasificados a la segunda ronda, continúan el miércoles con los cruces entre el venezolano Deportivo La Guaira y el peruano Real Garcilaso, más el boliviano Bolívar y el uruguayo Defensor.
La Copa ha incorporado el sistema de videoarbitraje (VAR) desde los cuartos de la pasada edición, el formato no será la única novedad que presentará la máxima competencia de la Conmebol, pues los partidos que se programen los jueves se transmitirán por vez primera ‘online’, vía Facebook en vivo.
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