Un error de Armani, cuando el partido del miércoles en el estadio Mineirao llegaba al descanso, pudo haber provocado una debacle.
Franco Armani héroe de River Plate y a la vez blanco de críticas cuando defiende el arco de Argentina, coqueteó con el desastre ante Paraguay en la Copa América de Brasil-2019, pero terminó tapando un penalti para mantener con vida a una floja selección albiceleste.
Un error de Armani, cuando el partido del miércoles en el estadio Mineirao llegaba al descanso, pudo haber provocado una debacle.
El portero de 32 años controló mal, tras salir del área, un pelota larga enviada por el arquero de Paraguay, Junior Fernández. Derlis González le robó el balón y el guardameta argentino no tuvo otra alternativa que derribarlo.
El árbitro brasileño Wilton Sampaio lo amonestó, aunque no muchos se habrían escandalizado si le hubiese enseñado una tarjeta roja.
Ya Armani había cometido un fallo grave en el debut en el Grupo B, la derrota 2-0 de Argentina ante Colombia el sábado, al regalar la esférica a Falcao mientras daba un pase al central Nicolás Otamendi en una acción que afortunadamente fue neutralizada por la defensa albiceleste.
Más tarde, Armani tuvo su oportunidad de reivindicarse en el Mineirao: González pateó un penal cometido por Otamendi y, lanzándose a su mano izquierda, el cancerbero ‘millonario’ desvió el disparo a corner para rescatar el empate final 1-1.
“El penalti fue importantísimo, era un momento muy difícil para nosotros”, declaró Armani, campeón de la Copa Libertadores con Atlético Nacional de Colombia en 2016 y River Plate en 2018 tras la famosa final contra Boca Juniors que debió disputarse en Madrid por violentos incidentes con la hinchada en Buenos Aires.
Argentina se jugará el pase a cuartos de final ante el invitado Catar el domingo en Porto Alegre.
Armani debutó tarde con la selección argentina, siempre corriendo detrás de porteros mejor ubicados en las preferencias del entrenador de turno. Ya había pasado los 30 años al estrenarse en el Mundial de Rusia-2018.
Ubaldo Fillol, el portero de Argentina en la conquista del Mundial de 1978, piensa que es un arquero “gana partidos y gana títulos”, según declaraciones a la prensa de su país.
Sin embargo, ‘El Loco’ Hugo Gatti, gran rival de Fillol en su época, está en el otro polo con respecto a Armani. “Cuando me dijeron de él, lo único que conocía era la marca de ropa”, expresó con ironía en una entrevista con una emisora radial argentina.
Y Diego Armando Maradona sostiene que “es un buen arquero, pero no un gran arquero”.
Consciente de las sensaciones encontradas que genera su presencia, Armani se llevó el dedo índice de la mano derecha a la boca, pidiendo silencio, después de bloquear el penalti cobrado por González.
“Confiamos en Franco, es nuestro arquero titular. Ataja un penal y nos hace seguir vivos, él hace su trabajo”, apuntó Scaloni.
Armani acabó custodiando el arco albiceleste en Rusia-2018 de carambola.
Primero llegó una lesión de Sergio Romero, que quedó excluido del torneo, y después un grosero error de Willy Caballero en pleno Mundial, al equivocarse en una entrega y abrir la puerta a la goleada 3-0 que Croacia le propinó a Argentina en primera ronda.
Jugó contra Nigeria, una victoria 2-1 que dio la clasificación al equipo que entonces dirigía Jorge Sampaoli, y en la despedida contra Francia en octavos de final, un revés 4-3.
Luego de encajar los cuatro goles ante los franceses, a la postre campeones mundiales, Armani se derrumbó en el césped bañado en llanto.
Le ha costado mucho conseguir su puesto.
Incluso, catapultado por sus actuaciones con Atlético Nacional de Medellín, se barajó en Colombia la idea de convocarlo a la selección cafetera.
“Nunca llegué a evaluar qué hubiese pasado si José Pékerman (reemplazado por el portugués Carlos Queiroz) me ofrecía atajar para Colombia. Ni me lo pregunté, porque yo deseaba jugar en la selección de mi país. Y para eso tenía que dar el paso que tomé: venir a River Plate”, dijo Armani luego de unirse al club bonaerense hace dos años.
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