A pesar de las reticencias de la UEFA, que observa la competición como una competencia directa frente a su reforma de la Liga de Campeones, Infantino defendió su proyecto.
Gianni Infantino, reelegido este miércoles como presidente de la FIFA hasta 2023 para un segundo mandato al frente de la institución, espera alcanzar “los 50.000 millones de dólares” de ingresos comerciales en la renovada Copa del Mundo de Clubes, cuya primera edición se disputará en 2021.
“En términos de comercialización, espero alcanzar los 50.000 millones de dólares, y no 25.000”, como marcaba la oferta inicial hecha por un grupo de inversores desconocido, descartada por la FIFA, declaró Infantino en París, en la rueda de prensa posterior a su reelección.
“No estoy seguro de que lo alcancemos, pero lo espero”, añadió, sin precisar a cuántas ediciones del torneo corresponde esta cantidad.
Según fuentes próximas al dosier consultadas por la AFP, esta cifra es “difícilmente creíble”.
Su proyecto de Copa del Mundo de Clubes ampliada a 24 equipos, con una edición inicial en junio de 2021 y organizada cada cuatro años, es un impulso al proyecto actual, disputado cada curso con siete participantes. Fue adoptada por el Consejo de la FIFA celebrado en marzo en Miami.
A pesar de las reticencias de la UEFA, que observa la competición como una competencia directa frente a su reforma de la Liga de Campeones, Infantino defendió su proyecto.
Al dirigente italo-suizo le preguntaron si la futura competición podría ser cedida a sus inversores, en una especie de privatización mencionada por algunos medios.
“Nunca ha estado en cuestión que inversores financieros tomen el control de estas competiciones. Los derechos seguirán siendo como siempre de la FIFA”, dijo Infantino.
“Nunca en mi vida pensaré o propondré que una competición, o una parte de ella, sea propiedad de otra parte”, añadió, precisando que “algunas agencias han propuesto un mínimo garantizado por la venta derechos”.
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