Los mexicanos, derrotados 4-1 por un equipo alemán "B" el año pasado en la Copa Confederaciones, deberían por lógica pelear el segundo lugar con los suecos, quedando ambos por detrás del combinado germano.
Alemania, actual campeona del mundo, tendrá ocasión de tomar impulso en un grupo F teóricamente a su medida, donde México y Suecia figuran como principales rivales, con Corea del Sur en calidad de ‘outsider’.
La historia de la Copa del Mundo está plagada de campeones defensores que tropezaron en primera ronda, pero Alemania ha demostrado saber gestionar los llamados partidos “fáciles” en las eliminatorias, sin enredarse en las habituales trampas de las defensas pobladas.
Obviamente, el entrenador de la Mannschaft, Joachim Löw, no hace más que elogiar a sus oponentes: “México es un equipo impresionante”, avisa. “Su estilo de juego es muy dinámico, todos los jugadores están involucrados en la recuperación, y en ataque buscan profundizar constantemente”.
Los mexicanos, derrotados 4-1 por un equipo alemán “B” el año pasado en la Copa Confederaciones, deberían por lógica pelear el segundo lugar con los suecos, quedando ambos por detrás del combinado germano.
Suecia llegará a Rusia reforzada tras su victoria frente a Italia en la fase de clasificación. “Tienen una gran confianza en sí mismos”, dijo Löw. “Nos conocemos bien, tienen muchos jugadores en la Bundesliga. Suecia es un equipo bien organizado, muy disciplinado, fuerte en ataque y capaz de defender muy bien”.
Patito feo del grupo, Corea del Sur dejó para el recuerdo su participación en la edición de 2002, cuando alcanzó las semifinales como anfitriona, ciertamente beneficiada por algunas controvertidas decisiones arbitrales, aunque también gracias a un increíble derroche de energía al servicio de una mentalidad a prueba de bombas.
“Es un equipo que corre mucho”, advierte Löw: “¡Si es necesario, pueden correr en un partido lo que normalmente corremos en dos juegos”!
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