Los Reds impusieron su poderío físico, determinación y velocidad ante un City vulnerable en defensa e inoperante en ataque, incapaz de fabricar la mínima ocasión clara de gol -no disparó entre los tres palos en los 90 minutos-.
Liverpool, con cinco Copas de Europa en su legendario palmarés, reverdeció laureles y batió 3-0 al Mánchester City, una de las sensaciones del fútbol continental esta temporada, este miércoles en Anfield en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones.
El egipcio Mohamed Salah (12) -que se tuvo que retirar en el minuto 50 con molestias en un muslo-, el inglés Alex Oxlade-Chamberlain (21) y el senegalés Sadio Mané (31) sacudieron en poco más de media hora al gran dominador del fútbol inglés esta temporada.
La vuelta de cuartos se jugará el próximo martes en el Etihad Stadium y el City necesitará una remontada histórica para estar entre los cuatro mejores.
Los Reds impusieron su poderío físico, determinación y velocidad ante un City vulnerable en defensa e inoperante en ataque, incapaz de fabricar la mínima ocasión clara de gol -no disparó entre los tres palos en los 90 minutos-.
El ambiente festivo en Liverpool quedó empañado en los prolegómenos del partido, cuando el autobús del Mánchester City sufrió daños por el lanzamiento de botellas a su llegada al estadio.
“Pedimos perdón sin reservas a Pep Guardiola, a sus jugadores, a su cuerpo técnico y a los dirigentes afectados”, escribió en un comunicado el Liverpool, que precisó que “cooperará para identificar a los responsables”.
A priori las cartas estaban repartidas en Anfield. Al City le correspondía el manejo del juego y al Liverpool esperar y aprovechar sus opciones al contraataque.
Con estas condiciones se inició el duelo y los Reds se ciñeron al guión para abrir el marcador en una espectacular transición que inició y terminó el desequilibrante Salah, que alcanzó los 38 goles esta temporada, contando todas las competiciones.
La estrella egipcia condujo y jugó con el brasileño Roberto Firmino a la entrada del área. Tras una serie de rechaces el propio Salah, tocado por los Dioses, encontró las mallas con un certero remate.
El gol dio alas a un Liverpool más comprometido en los duelos, que era capaz de ganar casi todos los balones divididos. En una de estas jugadas embarulladas, tras una serie de rechaces, Chamberlain fusiló desde la frontal al arquero brasileño Ederson.
Intocables en la Premier League, los defensas del City, especialmente el belga Vincent Kompany y el francés Aymeric Laporte, eran incapaces de frenar la velocidad y movilidad del trío atacante local, formado por Salah, Firmino y Mané.
Precisamente este último acertó con un cabezazo picado para hacer el 3-0. Sirvió desde la derecha con precisión quirúrgica Salah, que había recogido el rechace de su propio disparo.
Con 3-0 en el marcador el equipo dirigido por Jurgen Klopp incluso se atrevió a discutir la posesión al conjunto de Pep Guardiola.
Al inicio de la segunda parte (50) el Liverpool perdió por lesión a su timonel Salah, que se echó la mano al muslo y consultó con el equipo médico antes de optar por el cambio. Entró en su lugar el holandés Georginio Wijnaldum.
Irreconocible, el City, autor de 88 goles en la Premier League y que no pudo contar con el argentino Sergio Agüero -recuperándose de una lesión de rodilla-, se fue de Anfield sin probar al portero alemán Loris Karius.
© Agence France-Presse