Para el senegalés Sadio Mané, otra de las grandes estrellas de los Reds, el título es el final "de un largo camino, durante el cual nunca bajamos los brazos".
Mohamed Salah la estrella del Liverpool, se mostró encantado después de que su equipo levantase la Copa de Europa tras imponerse al Tottenham por 2-0, y aplaudió la actitud ‘increíble’ del club, que conquistó este título tras perderlo hace un año contra el Real Madrid.
En aquella final disputada en Kiev, además, el egipcio apenas pudo jugar unos minutos, teniendo que abandonar con lágrimas el terreno de juego por una lesión en el hombro. Su equipo perdió 3-1 frente el campeón español.
“Ahora todo el mundo está contento y estoy feliz de jugar mi segunda final y los 90 minutos”, dijo al canal BT Sport.
“Todo el mundo lo ha hecho bien hoy como equipo, sin destacar las individualidades. Esto es increíble para mí”, añadió.
Salah, además, abrió el marcador frente al Tottenham al transformar un penal en el minuto dos de juego.
“He tenido que hacer muchos sacrificios en mi carrera: ir de un pueblo pequeño a El Cairo y ser un egipcio jugando a este nivel es increíble para mí”, concluyó.
El otro goleador en el Metropolitano, el belga Divock Origi, dijo por su parte: “Es un momento que nunca olvidaré. Un gran momento para el club y para la ciudad”.
El joven lateral Trent Alexander-Arnold, uno de los mejores jugadores del Liverpool esta temporada, recordó que “sólo soy un chico de Liverpool que ha logrado hacer su sueño realidad”.
“Lo merecíamos tras lo que hemos hecho esta temporada”, añadió, en referencia a haber perdido la Premier League por un sólo punto frente al Manchester City, pese a sumar 97 puntos, ¡la tercera mejor puntuación de un equipo en la historia del campeonato inglés!.
“Cuando acabó el partido quería llorar, quería saltar…¡Vamos a festejarlo toda la noche!”, prometió el brasileño Fabinho, que esta temporada se ha consolidado como pieza indiscutible del centro del campo de Jürgen Klopp.
“Sabía desde el comienzo que tenía la calidad para jugar en este equipo, de ser importante”, añadió el jugador, de 25 años, que hace un año llegó a Liverpool procedente del Mónaco.
Para el senegalés Sadio Mané, otra de las grandes estrellas de los Reds, el título es el final “de un largo camino, durante el cual nunca bajamos los brazos”.
“Estoy emocionado y feliz. No puedo describirlo, es sólo orgullo y felicidad. Sé que hoy todo Senegal estaba delante de la tele para mirar el partido. Esto puede animar a los jóvenes a creer hasta el final y no renunciar nunca a sus sueños”, concluyó.
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