El expresidente de los futbolistas españoles quiere encarnar la renovación a la cabeza de la RFEF frente a Larrea, visto como la línea continuista con Villar, a pesar de que en los últimos tiempos había intentado desmarcarse del legado del expresidente.
El exdirigente del sindicato de futbolistas, Luis Rubiales, fue elegido presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), tras varios meses de interinidad después de la destitución Ángel María Villar al frente de la institución.
Rubiales superó la mayoría absoluta de 70 votos necesarios para imponerse en primera votación a su rival, el antiguo presidente interino Juan Luis Larrea, que ocupó el cargo después de que el pasado verano fuera suspendido Villar.
El expresidente de los futbolistas españoles quiere encarnar la renovación a la cabeza de la RFEF frente a Larrea, visto como la línea continuista con Villar, a pesar de que en los últimos tiempos había intentado desmarcarse del legado del expresidente.
Villar, presidente de la RFEF durante 29 años, fue formalmente destituido el 22 de diciembre de 2017 por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAD), órgano dependiente del gobierno español.
Pero, Villar, exvicepresidente de FIFA y UEFA, ya había sido suspendido en su cargo en un primer momento tras haber pasado dos semanas en prisión acusado de haber creado una red clientelar y utilizar la RFEF para lucrarse personalmente.
En esa investigación también fueron detenidos su hijo Gorka, y el vicepresidente de la RFEF, Juan Padrón, sospechosos todos ellos de “delitos de administración desleal, apropiación indebida, corrupción entre particulares y falsedad documental”.
Rubiales, de 40 años, retomará el mandato que había renovado Villar en mayo del pasado año, antes de su suspensión, y que finalizará en 2020.
El nuevo presidente de la RFEF, antiguo jugador en el Mallorca o el Levante, saltó al primer plano como presidente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE).
Al frente del sindicato de futbolistas, que presidió de 2010 a 2017, promovió dos huelgas, una en la temporada 2011-2012, que amenazó con suspender las dos primera jornadas del campeonato reclamando la negociación de un nuevo convenio colectivo y el pago de salarios atrasados a jugadores.
Y una segunda en 2015 en desacuerdo con el reparto de los ingresos por derechos televisivos, aunque en ninguno de los dos casos acabó paralizándose el campeonato nacional.
Conocido por su tesón y perseverancia, Rubiales accede a su nuevo cargo con la intención de mantener a Julen Lopetegui como seleccionador nacional, realizar una auditoría para conocer el estado financiero de la RFEF, llevar a cabo cambios en el sistema arbitral o crear una ‘mesa del fútbol’ en la que participen todos los sectores de este deporte.
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