El choque tuvo un sabor especial para los celestes, que vieron como su capitán, Diego Godín, se convirtió en el jugador con más partidos vistiendo la casaca uruguaya en la historia (126 presentaciones).
Uruguay goleó 4-0 a Tailandia este lunes en Nanning, China, y se convirtió en bicampeón de la China Cup, en un partido que lo tuvo siempre por encima de su rival.
En este torneo de cuatro juegos en el que participaron además el anfitrión China y Uzbekistán, los goles uruguayos vinieron por intermedio de Matías Vecino (6), Gastón Pereiro (38), Christian Stuani (57) y Maximiliano Gómez (87)
El choque tuvo un sabor especial para los celestes, que vieron como su capitán, Diego Godín, se convirtió en el jugador con más partidos vistiendo la casaca uruguaya en la historia (126 presentaciones).
Uruguay abrió el marcador a los 6 minutos de juego por intermedio de Matías Vecino, que jugó adelantado en la cancha, una posición que pareció favorecerle en ausencia de los goleadores Luis Suárez y Edinson Cavani, ambos baja por lesión.
El centro de Nicolás Lodeiro desde la izquierda permitió a Vecino -que ya había avisado con un cabezazo al arco a los tres minutos-, colocarla al primer palo dejando sin nada que hacer al meta tailandés Sivarak Tedsungnoen.
Uruguay buscaba revalidar su título de campeón de la China Cup obtenido en 2018, ante una selección de Tailandia que salió a jugarle de igual a igual en los primeros minutos.
Con una cómoda ventaja 1-0, a partir de los 25 minutos de juego Uruguay dejó más la pelota en poder de los tailandeses, que tuvieron encima el peso del desgaste para tratar de igualar.
A los 33 Uruguay trató de “calcar” el primer gol con un centro de Lodeiro que buscó a Vecino pero no pudo conectar, luego de una incidencia que generó el córner, protagonizada precisamente por el mediocampista del Inter de Milán.
En otra jugada por izquierda, Uruguay anotó el segundo a los 38 tras un gran desborde de Cristian Stuani habilitado por Lodeiro, que le permitió meter un centro rasante que Gastón Pereiro apenas tuvo que tocar para mandar a la red.
Los celestes hicieron varios cambios en un encuentro que cierra un certamen que el DT Oscar Tabárez consideró preparatorio para la Copa América 2019, a disputarse en Brasil.
Uruguay tuvo el debut como titular del juvenil lateral Giovanni González (Peñarol, URU), que le aportó velocidad y profundidad al juego celeste.
En el segundo tiempo Tabárez apostó a la potencia de Lucas Torreira y a la velocidad de Giorgian de Arrascaeta, para darle todavía más dinámica a un ataque sin el dúo explosivo Suárez-Cavani.
Los cambios mostraron a un Uruguay con más posesión de balón y de juego más rápido de mitad de cancha hacia arriba, y con buena llegada al arco.
A los 53 Stuani pudo tener el tercero pero se lo perdió cuando llegó solo y con ángulo cerrado a definir ante el meta tailandés, que alcanzó a rozar un balón tirado a colocar y lo desvió para que se estrellara en el vertical derecho.
Uruguay era más que su rival y se enfilaba hacia su segundo título en el torneo asiático.
Stuani hizo un formidable disparo desde la línea del área a los 56 que contuvo bien el golero tailandés. Pero a los 57 no perdonó: un córner desde la derecha encontró al delantero solo y la mandó a la red de un potente frentazo.
Era goleada para los celestes en China, y un gol merecido para Stuani que ya había tenido doblete ante Uzbekistán, lo cual lo convierte en el máximo anotador celeste en el certamen, y le valió ser elegido mejor jugador del torneo.
Tailandia pudo tener el gol del honor cuando un disparo fuerte abajo desde el centro del área fue desviado al córner por un oportuno Fernando Muslera, a los 85.
Dos minutos después, Maximiliano Gómez sentenció el definitivo 4-0 del encuentro para Uruguay aprovechando un despeje a medias de la defensa asiática.
“Orgulloso de tener el récord en la historia de la selección. Ni en mis mejores sueños me hubiese imaginado esto”, dijo el dueño del brazalete de capitán celeste Diego Godín al término del encuentro.
El zaguero de 33 años, que heredó la posición de otro zaguero y capitán, Diego Lugano, se convierte así en el máximo exponente de la era del DT Oscar Tabárez en su segundo período al frente de la selección charrúa, que comenzó en 2007. El propio DT ostenta el récord de partidos como técnico al frente de un combinado nacional.
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