Alejar a los niños de los celulares y no tener preferencia de trato a los niños sobre las niñas son algunos de los consejos del Califa V, máximo líder musulmán ahmadía a las mujeres congregadas en encuentro espiritual mundial.
Londres. Hay cosas peligrosas, como por ejemplo, los teléfonos celulares, dice el Califa Mirza Masroor Ahmad y sobre todo, para la niñez a la que pide alejar de los dispositivos electrónicos a temprana edad.
En primer lugar, porque los niños dejan de jugar y se abstraen de la realidad, dejando incluso de compartir con la familia, hasta en los países en vías de desarrollo donde hay tanta pobreza, la prioridad, por encima de comer, es tener un buen teléfono aunque esto implique adquirir métodos de deuda con tal de comprarlo.
El anterior mensaje fue parte del sermón que en única ocasión, este máximo representante de los musulmanes ahmadía dirigió específicamente a las mujeres durante el Jalsa Salana que se celebra en Londres.
“Por estar atentos a los celulares, negligen los estudios, las oraciones, el tiempo en familia”, reprochó el religioso.
Mirza Masroor Ahmad cuenta que incluso ha recibido cartas de niños que le piden que incluya en sus sermones un consejo para los padres para que les compren celulares antes de los 7 años y otros, que piden que sus padres les presten más atención a ellos que al teléfono.
El sermón del Califa también incluyó una petición especial a los padres para que encaminen a los hijos hacia la paz, la solidaridad y el amor a los otros, así como la humildad. Sin consentir más a los varones que a las niñas de la comunidad para crearles autoconfianza a todos y no niños arrogantes sino amigables y cariñosos.
Durante esta ceremonia, también se premió a jóvenes mujeres destacadas en universidades por sus altas calificaciones en carreras de arte y ciencias de todo el mundo.
Más de 30 mil participantes han escuchado los discursos del Califa V, quien asegura que el Islám es una forma de llegar a la paz y señala a otros musulmanes de usarlo para fomentar el odio y la violencia, a diferencia de los ahmadía.