La Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá (CBSA, por sus siglas en inglés) aseguró que lo hace solo en casos extremos, como el de un hombre que afirmó ser guineano pero que fue rechazado por ese país cuando Canadá intentó deportarlo.
No obstante, los abogados de inmigración están preocupados por la recopilación del ADN de migrantes y por la privacidad de los datos que poseen sitios web como Ancestry.com y FamilyTreeDNA.com.
“La CBSA utiliza pruebas de ADN para determinar la identidad de los detenidos (…) cuando se han agotado otras vías de investigación”, dijo el portavoz Jayden Robertson.
La agencia aseguró que siempre obtiene el consentimiento de los individuos antes de enviar su ADN a estos sitios web.
Pero el abogado de inmigración de Toronto Jared Will, que representa a varias personas a quienes se les analizó su ADN para establecer su nacionalidad, lo niega.
“En mi experiencia, la CBSA ha hecho estas solicitudes a detenidos que son acusados de no cooperar con los esfuerzos de expulsión si se niegan, y luego se invoca esa falta de cooperación como justificación para una detención continua y prolongada”, dijo a la AFP.
“En otras palabras, aunque los detenidos pueden dar su consentimiento formalmente, la validez de ese consentimiento es dudosa”, agregó.
Otros señalaron que la etnia o los lazos familiares pueden no determinar la nacionalidad.
El escrutinio sobre esta práctica se produce cuando Canadá anunció el lunes que expandirá la colección de datos biométricos -como huellas dactilares y fotos- para solicitantes de asilo, individuos que enfrentan extradición y ciudadanos extranjeros que buscan una visa de residente temporal, permiso de trabajo o permiso de estudio.
La seguridad fronteriza se ha convertido en un tema candente con la llegada a pie desde Estados Unidos de 30.000 solicitantes de asilo desde enero de 2017.
Según documentos judiciales, el migrante Ebrahim Toure pasó más de cuatro años detenido en Canadá mientras esperaba su remoción. En principio rechazó una prueba de ADN, pero finalmente cedió el año pasado.
Toure llegó a Canadá en 2011 con un pasaporte francés falso, y se ordenó su deportación.
Más tarde afirmó ser un nacional de Guinea, por lo que Canadá intentó enviarlo allí. Pero a su llegada al aeropuerto de Conakry, funcionarios le negaron la entrada, alegando que su certificado de nacimiento era falso. También notaron que no hablaba francés, el idioma oficial de Guinea.
Luego, el CBSA examinó su cuenta de Facebook que enumeró a 48 amigos en su mayoría de Gambia, entrevistó a miembros de la comunidad gambiana de Toronto que lo conocían, concluyó de un análisis lingüístico que “muy probablemente” era gambiano, y buscó relacionar su ADN en sitios genealógicos con familiares en Gambia