"Casa Divertida" incluye una secuencia de salas interactivas que permiten al visitante transitar los diez años de historia de Snarkitecture.
“Casa divertida”, una exhibición interactiva inaugurada esta semana en Washington, llena el Gran Salón del Museo Nacional de la Construcción de Estados Unidos con una novedosa propuesta que busca reinterpretar la vivienda tradicional, diseñada por el colectivo neoyorquino Snarkitecture.
Y hay mucho sarcasmo (“snark”) en la propuesta de este grupo de diseño colaborativo que aspira a explorar los límites del arte y la arquitectura, buscando más bien una intersección entre ambos.
El visitante ingresa a una estructura totalmente blanca repleta de piezas interactivas a través de lo que parece una entrada de caverna primitiva, cincelada a partir de una pieza de poliestireno expandido (EPS).
Una claraboya tallada aparece luego de trepar por una de las aberturas. Bajo los pies crujen bolitas de espuma.
“Estamos buscando hacer que la arquitectura sea accesible y atractiva. Parte de eso es integrar este concepto de juego”, dijo Alex Mustonen, cofundador de Snarkitecture junto a Daniel Arsham. Ben Porto se les unió en 2014.
“Nos gusta que la gente experimente la arquitectura y el entorno de la forma en que lo hacen los niños”, explicó. “Idealmente, bajar la guardia para acercarse a algo de una manera nueva”.
Esta “Casa divertida” (Fun House) incluye una secuencia de salas interactivas que permiten al visitante transitar los diez años de historia de Snarkitecture.
Hay perspectivas forzadas, ilusiones ópticas, profundidades que parecen agrandarse o empequeñecerse, estantes que emergen de las paredes, sillas inclinadas que se vuelven funcionales, un gabinete que parece agrietado pero es completamente funcional.
“La gente puede llevarse a casa la idea de que las cosas más normales y simples se pueden ver de diferentes maneras. Esto es un signo de libertad (creativa) y la libertad es la semilla del futuro”, dijo la curadora Maria Cristina Didero, residente en Milán.
Al manejar principalmente tonos monocromáticos es “como una ‘tabula rasa’ donde uno está abierto a todo”, afirmó Didero.
La estructura principal parece una típica casa de Estados Unidos, con cerca blanca a la entrada, excepto que esta fue construida con espuma EPS.
El revestimiento, las canaletas y el techo eventualmente se disuelven en un patrón irregular, como si un animal grande y hambriento los hubiera mordido, para revelar el marco y las vigas del techo.
Es un “equilibrio entre precisión y holgura“, explicó Mustonen.
Uno de los aspectos más destacados de “Fun House”, una muestra que se extiende hasta el 3 de septiembre, es una piscina en forma de riñón.
Después de sumergirse en unas 175.000 bolas translúcidas, los visitantes pueden descansar en sillas de playa bajo sombrillas, sobre una superficie blanca que imita arena. Es una nueva versión de “The Beach” (La Playa), la popular instalación de 2015 de Snarkitecture.
Aunque “Fun House” seguramente será un éxito en Instagram, Mustonen alentó a las personas a levantar la vista de las pantallas de sus celulares para “apreciar el momento y tener una experiencia más física, tangible, táctica y memorable“.
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