Un incendio forestal gigantesco en Corea del Sur, cerca de la frontera norcoreana, obligó a las autoridades a decretar este viernes el estado de catástrofe natural, una iniciativa inusual, tras la movilización de 900 camiones de bomberos y decenas de miles de personas.
Casi 4.000 personas han sido evacuadas, precisaron el viernes las autoridades que dieron un balance de un muerto y 11 heridos.
Las cadenas de televisión y las redes sociales mostraban imágenes apocalípticas de zonas arrasadas por las llamas.
El incendio empezó el jueves en la noche en una ruta de la localidad de Goseong, en el noreste, a 45 kilómetros de la Zona Desmilitarizada (DMZ) que divide la península en dos.
Atizado por los fuertes vientos, el incendio se expandió rápidamente en esta zona montañosa, donde 400 casas y 500 hectáreas de terreno quedaron reducidas a cenizas, según el gobierno.
Más de 870 camiones de bomberos fueron desplegados en la zona, así como 10.000 bomberos.
Por su lado el ejército envió 32 helicópteros y movilizó a 16.500 militares.
“Afortunadamente, el principal foco está bajo control”, declaró el gobernador de la provincia Choi Moon-soon en la radio, precisando que todavía hay otros incendios causando estragos.
El gobierno central declaró el estado de catástrofe natural para permitir el desbloqueo de ayudas de emergencia y prohibir el acceso a las zonas de mayor peligro.
Es la primera vez desde 2007 que Seúl declara el estado de catástrofe natural. En aquella oportunidad se debió a una marea negra provocada por un petrolero.
El presidente surcoreano Moon Jae-in pidió a sus servicios tomar contacto con sus homólogos norcoreanos si el incendio avanzaba hacia el territorio del Norte.
Con información de: AFP