Está acostumbrado a cargar con el peso de Portugal sobre los hombros, pero Cristiano Ronaldo, destacable en cuanto a su implicación desde le inicio del Mundial, no puede hacer milagros en cada partido. ¿No está demasiado solo para que la Seleçao aspire al título?
Criticado durante mucho tiempo por su pobre rendimiento en la Copa del Mundo, Ronaldo ha puesto en esta ocasión a todo el mundo de acuerdo, pese al gesto (un posible codazo a un rival) que pudo haberle costado la expulsión contra Irán, minutos después de haber fallado un penal.
Eso no tapa que marcó tres goles en el debut contra España (3-3), el gol decisivo en la victoria contra Marruecos en la segunda jornada (1-0) o su implicación sin fisuras en los tres juegos de la primera fase. El mensaje está claro para CR7: el título europeo de 2016 le ha abierto el apetito y le gustaría completar su vitrina de trofeos con la copa más deseada, uno de los pocos títulos que faltan en su palmarés.
Pero este objetivo no se puede lograr de manera individual, como ha quedado demostrado también con su gran rival Lionel Messi con Argentina. “Messi es un jugador increíble, pero no puede hacerlo todo solo”, declaró Luka Modric después de que Croacia golease a la Albiceleste (3-0).
Otro argentino, Diego Simeone, rindió un lindo homenaje a CR7 en un mensaje privado que se filtró a través de la prensa: “Messi es muy bueno, pero está claro que es muy bueno porque está acompañado de extraordinarios futbolistas. Y la pregunta mía que te hago es: si tuvieras que elegir entre Ronaldo y Messi para tu equipo normal, ¿a quién elegirías?”.
Una manera de admitir que Ronaldo, por su insaciable apetito por el gol, su liderazgo y carisma, es más capaz de llevar a la cima a un equipo “normal” que el reservado argentino.
Pese a todo, Ronaldo no es infalible y el penal errado contra Irán lo demostró: “Los mejores también pueden fallar”, le defendió su seleccionador Fernando Santos, quien admitió que la frustración del jugador tras el partido se debía a que “los grandes jugadores siempre quieren ganar”.
En octavos de final, Portugal se enfrentará a Uruguay, un equipo que pese a contar con dos delanteros de primer nivel, Luis Suárez y Edinson Cavani, destaca por su fuerza colectiva, por lo que la Seleçao deberá aumentar su nivel de juego si quiere seguir adelante.
Tras el partido contra Irán, Santos ya lo advirtió: “Fallamos muchos pases, la dinámica fue lenta tras el primer cuarto de hora. Nuestro equipo es fuerte, pero tenemos que progresar, tenemos que hacerlo mejor”.
Tras lograr la clasificación, el técnico restó importancia al rival de octavos: “Si nos preparamos bien física y mentalmente, el rival no es tan importante. Tenemos nuestras armas y trataremos de aprovecharlas”.
Pero lo cierto es que los otros jugadores ofensivos del equipo (Bernardo Silva, Gonçalo Guedes, André Silva, Gelson Martin o Ricardo Quaresma, pese a su gran gol contra Irán) deberán dar un paso al frente. Lo mismo que William Carvalho en la construcción del juego o los laterales Cédric Soares y Raphaël Guerrero, quienes están sufriendo mucho el ataque por las bandas de los rivales.
El sábado en Sochi, los portugueses se enfrentarán a una selección que no ha encajado un solo gol en el torneo y cuya pareja de centrales, la misma del Atlético de Madrid, Diego Godín y José María Giménez, es una de las más solidas del torneo.
Si Portugal quiere ofrecer a Ronaldo, que a sus 33 años está seguramente jugando su último Mundial, la Copa del Mundo tan deseada, el nivel del equipo tendrá que igualarse al de sus estrella, para no dejarle solo ante el peligro como ocurre con Messi en Argentina.
De lo contrario, la generación dorada uruguaya puede echar del Mundial al actual campeón de Europa.
Con información de: cda/mcd/psr
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