Ciudad Guatemala

Doctor Jekyll y señor Hyde: las apuestas por la presidencia de Colombia


Colombia, una nación inundada de coca y con la paz en vilo.

  25 mayo, 2018 - 10:00 AM

Más personalidades que en El doctor Jekyll y el señor Hyde. Las visiones antagónicas sobre lo que debe ser una Colombia que de a poco sale de un conflicto armado de medio siglo marcan las presidenciales del domingo.

Seis hombres buscan suceder a Juan Manuel Santos, que entregará el poder en agosto tras ocho años. Todo apunta a que habrá balotaje en junio entre candidatos de polos opuestos.

El heredero de Uribe

Bogotano de 41 años, Iván Duque es el más joven de la contienda. Respaldado por el popular expresidente Álvaro Uribe (2002-10), las encuestas lo sitúan como el próximo inquilino de la presidencial Casa de Nariño.

El senador del Centro Democrático lidera una coalición de derecha que tiene como principal bandera modificar el acuerdo que desarmó y transformó en partido a la exguerrilla FARC.

También cuestiona los diálogos con el ELN, reconocida como la última organización rebelde del país, y no descarta una constituyente para reformar la justicia.

Feroz opositor de Santos, con quien empezó su corta carrera pública, este abogado enarbola las políticas del uribismo: mano dura contra las guerrillas, oposición a los gobiernos de Cuba y Venezuela, y conservadurismo en temas LGTB, aborto y drogas.

“Como político lo conocemos muy poco porque llega al amparo de Uribe (…) Todavía nadie sabe si tiene criterio propio o va a obedecer los mandatos de otro”, sostiene Fabián Acuña, profesor de la Universidad Javeriana de Bogotá.

Más moderado que su mentor, Duque ha promovido en su único periodo en el Congreso (2014-18) la economía naranja (emprendimientos innovadores) que espera impulsar en caso de ganar.

Exrebelde con opciones de poder

Amado u odiado, Gustavo Petro es el primer izquierdista y exguerrillero con opciones de poder en un país históricamente gobernado por la derecha. Los sondeos lo ubican segundo.

Crítico de los medios, centró su campaña en redes sociales y plazas públicas, donde destacaron su discurso y convocatoria.

Nacido hace 58 años en el pueblo caribeño de Ciénaga de Oro, Petro hizo parte de la desmovilizada guerrilla M-19 y defiende las negociaciones con los rebeldes.

Pretende que Colombia deje el tercer puesto de país más desigual de América, combatir el cambio climático, realizar profundas reformas económicas y una constituyente para cambios en salud, política y justicia, entre otras.

“Representa una fuerza crítica de la clase política tradicional”, resume Yann Basset, profesor de la Universidad del Rosario.

Considerado el candidato antiestablecimiento, la gestión de este economista como alcalde de Bogotá (2012-15) fue cuestionada por mala administración y autoritarismo.

Pero se destacó en su paso por el Congreso, con periodos interrumpidos entre 1994 y 2010, por denuncias anticorrupción y de vínculos entre políticos y paramilitares de ultraderecha.

En una Colombia mayoritariamente opuesta al chavismo, le ha pesado su cercanía con el difunto Hugo Chávez.

Un profesor en el centro

Líder de una alianza de centroizquierda, Sergio Fajardo se presenta como el aspirante para frenar la gobernanza de los políticos tradicionales.

Profesor universitario, matemático y de 62 años, durante su alcaldía (2004-07) Medellín empezó una “revolución” que la transformó de una de las ciudades más violentas del mundo, por la herencia del abatido capo Pablo Escobar, en un centro de innovación.

La misma línea que mantuvo como mandatario de su ciudad natal lo llevó a la gobernación del departamento de Antioquia (2012-15), donde implementó políticas educativas y anticorrupción, las mismas banderas que ahora enarbola a la presidencia.

“Es un candidato alternativo, no viene de la política tradicional (…) participa en la política a partir del apoyo de grupos significativos de ciudadanos”, explicó Acuña.

Sus críticos cuestionan la “tibieza” en sus posturas políticas y un programa de gobierno gaseoso. Apoya el acuerdo de paz y las conversaciones con el ELN.

El hombre del establecimiento

Nieto del expresidente liberal Carlos Lleras (1966-70), exconcejal, exsenador, exministro, exvicepresidente… Germán Vargas es el aspirante de más experiencia pública.

Bogotano de 56 años, Vargas, de centroderecha, es reconocido por su temperamento fuerte, su línea dura y su capacidad de ejecución.

“Es el que recoge un poco las adhesiones de la mayoría del personal político del país”, afirmó Basset.

Acompañó a Santos hasta hace un año. Como vicepresidente y ministro de Vivienda ejecutó programas de casas para pobres e infraestructura, que como mandatario pretende ampliar.

Tras su salida del gobierno, ha lanzado críticas al acuerdo con las FARC, especialmente al sistema que juzgará a guerrilleros y militares.

Se presentó con el apoyo de firmas, aunque es el líder natural del partido Cambio Radical, enlodado en casos de corrupción y con fuerte maquinaria electoral.

El negociador de paz

Humberto de la Calle encabezó durante cuatro años la delegación gubernamental que logró el pacto con las FARC.

Representante del Partido Liberal, este abogado de 71 años ha tenido una amplia carrera pública: lideró la creación de la Constitución de 1991, exvicepresidente, exmagistrado, exministro y exembajador.

Nacido en Manzanares, en la zona cafetera, su campaña defiende a ultranza el acuerdo de paz y aboga por la reconciliación de un país desangrado por medio siglo de guerra.

“Es un político clásico, antiguo, pero que ha adquirido recientemente una popularidad nueva” por su papel en los diálogos, añadió Basset.

Analistas le reconocen su estilo conciliador, pero también destacan la falta de apoyo de sectores de su partido. Es penúltimo en los sondeos, por delante del evangélico Jorge Trujillo.

Con información de: © Agence France-Presse
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