La Unión Europea (UE) debe imponer sanciones contra miembros del gobierno nicaragüense, urgieron este miércoles los miembros de la delegación de la Eurocámara que visitó el país centroamericano en enero, al estimar un agravamiento de la crisis.
“El 18 de abril se cumple un año del inicio de la crisis actual”, una “ocasión para que la comunidad internacional muestre un apoyo claro y más fuerte”, subrayan los 11 eurodiputados en una carta a la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini.
El parlamentario socialdemócrata, Ramón Jáuregui, que presidió la delegación, aseguró en una rueda de prensa en Estrasburgo (noreste de Francia) que “es el momento” de que los países europeos “apliquen sanciones a Nicaragua“.
El gobierno de Daniel Ortega incumplió, a su juicio, las recomendaciones de la delegación: liberar los presos políticos, cesar la represión de las libertades y permitir el regreso de los organismos internacionales.
“La fotografía de Nicaragua es extraordinaria y horrorosamente parecida a lo que fue el Somozismo”, subrayó el eurodiputado liberal Javier Nart, criticando “el gigantesco negocio de la familia Ortega-Murillo, el santísimo matrimonio”.
Nicaragua se encuentra sumida en una crisis política desde la represión en abril de protestas contra el sandinista Ortega, en el poder desde 2007, que dejó 325 muertos, cientos de presos y miles de exiliados, según grupos humanitarios.
Pese al intento de un diálogo con la oposición, las discusiones concluyeron el 3 de abril sin consenso sobre el tema de justicia para las víctimas de la represión ni sobre la propuesta opositora de adelantar los comicios de 2021.
Jáuregui calificó de “buenas” y “necesarias” la imposición de sanciones al gobierno nicaragüense, ya que “solo se mueve al parecer a través de las presiones internacionales”.
Como en la resolución de la Eurocámara del 14 de marzo, los eurodiputados piden activar la “cláusula democrática” y suspender la participación de Nicaragua en el Acuerdo de Asociación entre la UE y Centroamérica, cuyo capítulo comercial se aplica desde 2013.
“No queremos que Nicaragua se convierta en una nueva Venezuela”, defendió el eurodiputado conservador José Ignacio Salafranca, en referencia al gobierno de Nicolás Maduro, al que la UE impone sanciones desde 2017.
Su compañero de filas Jose Inacio Faria urgió a los nicaragüenses exiliados a desoír el llamado a regresar del gobierno, ya que hasta que no hayan “condiciones de seguridad para su vida”. “Ortega ya ha demostrado que no es confiable”, apuntó.
Con información de: AFP