El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro, visitaron una iglesia de Harlem en Nueva York.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, y su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, visitaron el miércoles la iglesia Riverside de Harlem, en Nueva York.
Los mandatarios, que visitaron Estados Unidos con motivo de la Asamblea General de la ONU, acudieron a la histórica iglesia en Manhattan que en el pasado acogió al líder de la revolución cubana, Fidel Castro, así como Martin Luther King y Nelson Mandela.
Maduro llegó de último momento a Nueva York donde pidió reunirse con el presidente estadounidense, Donald Trump, a pesar de sus diferencias.
Cuba es uno de los grandes aliados del gobierno de Maduro, quien desde el estrado de la ONU negó nuevamente que en su país exista una crisis humanitaria o migratoria, asegurando que es un invento para invadir Venezuela y quedarse con sus reservas de petróleo, oro y gas.
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El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró en la ONU que no descarta la opción militar en Venezuela. Pero horas después, en el mismo sitio, su homólogo venezolano Nicolás Maduro le pidió una reunión y dijo que quiere estrecharle la mano
“Yo estaría dispuesto a estrechar la mano del presidente de Estados Unidos y a sentarme a dialogar sobre los asuntos de las diferencias bilaterales y los asuntos de nuestra región”, dijo Maduro ante la Asamblea General de la ONU, en un discurso grandilocuente de 49 minutos en el que condenó “la agresión permanente” de Washington y fustigó al imperialismo y al capitalismo.
Maduro dijo a los líderes, ministros y embajadores de 130 países que le separan de Trump “inmensas diferencias históricas”, “ideológicas” y “sociales”. “Yo soy un obrero, un conductor de autobús, un hombre del pueblo, no soy un magnate ni multimillonario”.
“Ha dicho el presidente Donald Trump que está preocupado por Venezuela, que quiere ayudar a Venezuela. Bueno, yo estoy dispuesto a hablar con agenda abierta de todos los temas que quiera hablar el gobierno de Estados Unidos”, insistió el cuestionado gobernante, denunciado ante la Corte Penal Internacional este miércoles por seis países de las Américas.
Tras dos décadas de gobiernos chavistas, la economía venezolana está al borde del colapso: el país con mayores reservas petroleras probadas del mundo atraviesa una fuerte escasez de alimentos y medicinas que ha empujado al exilio a 1,6 millones de venezolanos desde 2015, y la inflación podría acercarse a 1.000.000% este año, según el FMI.
Maduro fue el primero que lanzó la idea de un encuentro con Trump desde Caracas. Consultado al respecto, Trump dijo que “estaría dispuesto” si Maduro lo desea, aunque aclaró que no está en su agenda.