Irán informó este domingo de la intrusión de un "avión espía" sin tripulación en su espacio aéreo en mayo, un mes antes de la destrucción de un dron norteamericano, que a su vez habría desatado ciberataques estadounidenses de represalia.
En un mensaje difundido este domingo en la red Twitter, el ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, afirmó que el primer incidente fue protagonizado por un aparato “MQ9” (código del dron de vigilancia y ataque estadounidense Predator B), el 26 de mayo.
Zarif publica en su tuit un “mapa del itinerario del dron espía MQ9 en la fecha del 26 de mayo de 2019”. En este contexto, según la prensa estadounidense, la Casa Blanca autorizó esta semana ciberataques contra sistemas de defensa iraníes.
More evidence—including encroachment of a MQ9 spy drone on 5/26, speedboat purchases & phone calls planning to attribute ship attacks to Iran—indicate #B_Team was moments away from trapping @realDonaldTrump into a war. Prudence prevented it, but #EconomicTerrorism brings tension. pic.twitter.com/LmWJTDvt2O
— Javad Zarif (@JZarif) June 23, 2019
LEGEND: blue=drone; yellow line=Iranian FIR; red line=Iranian territorial waters; ; green line=baseline internal waters; yellow dots=Iran radio warnings sent; red dot=point of impact. pic.twitter.com/Fs2jadCuoq
— Javad Zarif (@JZarif) June 22, 2019
El Washington Post sostuvo que uno de los ciberataques afectó a computadoras que controlan los lanzamientos de misiles. El otro, según Yahoo! News, apuntó a una red de inteligencia iraní encargada de vigilar el paso de barcos en el estrecho de Ormuz.
El Post añadió que estos ciberataques, planificados desde hace varias semanas, habían sido inicialmente propuestos por los militares estadounidenses en respuesta a los ataques contra petroleros en el estrecho de Ormuz, que tuvieron lugar a mediados de junio, en los que Teherán niega toda participación. El Pentágono rehusó cualquier comentario al respecto.
En Irán, la agencia de prensa Fars, próxima a los conservadores, indicó este domingo que Teherán no había reaccionado aún a estas informaciones de prensa estadounidenses.
“No está claro si los ataques han sido o no realizados”, agrega Fars, dando a entender que estas informaciones desde Estados Unidos podrían ser un “farol destinado a la opinión pública para mejorar la imagen de la Casa Blanca” tras la destrucción del dron.
En 2010, Teherán había acusado a Estados Unidos e Israel de haber, en plena crisis por el programa nuclear iraní, creado el potente virus informático Stuxnet, que infectó a miles de sus ordenadores y bloqueó centrifugadoras usadas para el enriquecimiento de uranio.
Este domingo, desde Jerusalén, John Bolton, consejero de seguridad nacional del presidente estadounidense, advirtió a Irán que no confunda la “prudencia” de su país con “debilidad”, dos días después de que Donald Trump cancelara a último momento bombardeos contra objetivos en Irán tras la destrucción del dron el 20 de junio.
Por su parte el emisario estadounidense para Irán, Brian Hook, exhortó desde Kuwait a “todos los países a convencer a Irán de desactivar la tensión” en el Golfo.
En conferencia de prensa, el diplomático aseguró que Estados Unidos “no tiene ningún interés en una confrontación militar con Irán. Reforzamos nuestro dispositivo en la región por razones sólo defensivas”.
Trump había anunciado el sábado nuevas sanciones “importantes” a partir del lunes contra Irán, mientras Teherán advirtió que cualquier ataque contra su territorio tendría consecuencias devastadoras para los intereses de Estados Unidos en la región.
El presidente norteamericano, que alterna ante Teherán declaraciones belicistas y llamados al diálogo, había asegurado que si los iraníes renunciaban a su programa nuclear él se convertiría en “su mejor amigo”.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, precisó por su lado que hasta que “el régimen iraní decida renunciar a la violencia (…) la campaña de aislamiento diplomático y presión económica contra el régimen se intensificará”.
Irán afirma que dispone de “pruebas irrefutables” que muestran que el dron abatido ingresó en su espacio aéreo y escribió al secretario general y al Consejo de Seguridad de la ONU para denunciar lo que consideró una acción “provocadora” por parte de Estados Unidos y “muy peligrosa”.
Washington desmintió estas declaraciones categóricamente, y afirmó que el dron fue derribado en el espacio aéreo internacional.
Estados Unidos pidió que se realice el lunes una reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de la ONU, según fuentes diplomáticas.
El vínculo entre Washington y Teherán se deterioró a partir de mayo de 2018, cuando Trump decidió retirar a Estados Unidos del acuerdo internacional firmado de 2015 para frenar las ambiciones nucleares de Irán, restableciendo duras sanciones contra esa república islámica.
Las relaciones empeoraron luego con los ataques contra petroleros en la región del Golfo en mayo y junio, que Washington atribuye a Teherán y éste desmiente.
Estados Unidos reforzó recientemente su dispositivo militar en Medio Oriente en medio de nuevos roces por el anuncio de Irán de que sus reservas de uranio enriquecido superarán el 27 de junio el límite previsto el acuerdo nuclear.