Los países de la ONU, a excepción de Estados Unidos, aprobaron el viernes la creación de un pacto mundial no vinculante sobre las migraciones, remarcando su unidad sobre un tema que divide a Europa y enfrenta a Washington con América Latina.
“Los migrantes son un motor extraordinario de crecimiento”, señaló el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, al dar la bienvenida al nuevo “pacto mundial por una migración segura, ordenada y regulada”.
El pacto no es “vinculante, pero es un paso sin precedentes para aumentar la cooperación internacional”, agregó.
Bajo el liderazgo de dos facilitadores, los embajadores suizos Jurg Lauber y el mexicano Juan José Gómez Camacho, las negociaciones se alargaron durante 18 meses. El pacto será respaldado formalmente en una conferencia internacional prevista para mediados de diciembre en Marruecos.
El documento remarca una serie de principios -defensa de los derechos humanos, los derechos de los niños, reconocimiento de la soberanía nacional- y comprende un catálogo de medidas para ayudar a los países a hacer frente a la migración: mejorar la información, acciones para integrar mejora los migrantes, intercambio de experiencias…
“El pacto mundial no impondrá nada a nadie, pero ofrece soluciones”, resume Gómez Camacho.
“No tenemos opción de aceptar o rechazar la migración, están ahí, en todo el mundo”, dijo a la prensa el presidente de la Asamblea General de la ONU, Miroslav Lajcak, en la apertura de las negociaciones.
“Podemos meter la cabeza en la arena, pensar que ya nos ocuparemos de ella mañana, que será para otra generación, durante otra crisis, o bien actuar, planificar, organizar un sistema y responder a una fenómeno global por una solución global”, agregó.
Según Antonio Guterres, 60.000 migrantes han muerto desde el año 2000 en el mar, en el desierto o en otro lugar, por lo que no es posible continuar con los brazos cruzados. El documento de 25 páginas tiene como objetivo “aumentar la cooperación en materia de migración internacional en todas sus dimensiones” y combatir la trata de personas como las de Libia.
El texto, que recuerda por su alcance al acuerdo sobre el clima de París 2015, preserva “la soberanía de los estados” al tiempo que reconoce que “ninguna nación puede enfrentar el fenómeno migratorio solo”. “Es crucial que la migración internacional nos una en lugar de dividirnos”, insiste el texto.
Según los facilitadores, los 27 países de la Unión Europea, que a menudo corta la entrada de migrantes en el continente, hablaron “con una sola voz” durante las negociaciones. Para los menores, mientras Estados Unidos trata de reunir a los niños separados de sus padres cuando trataban de entrar ilegalmente en el país, el documento reconoce la posibilidad de detención, pero solo como “último recurso”.
El documento choca con las peticiones de Amnistía Internacional, que había exigido “tolerancia cero” sobre la detención de niños migrantes. Por su parte, el presidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja, Francesco Rocca, pidió “levantar las barreras que impiden a los migrantes vulnerables el acceso a la ayuda humanitaria y los servicios básicos”.
Washington se retiró a fines de 2017 de la elaboración del pacto, porque incluía disposiciones contrarias a la política de inmigración de Donald Trump.
El número de migrantes en el mundo se estima en 258 millones, el 3,4% de la población mundial.
Con información de: © Agence France-Presse