Con banderas arco iris, música festiva y también consignas reivindicativas, cientos de miles de personas llenaron el sábado el centro de Madrid en el 40º aniversario de la primera marcha del Orgullo Gay en la capital española.
Después de acoger en 2017 la celebración del World Pride, la capital española demostró de nuevo la potencia de su movimiento LGTB con una marcha encabezada, entre otros, por dos ministros del nuevo gobierno socialista de Pedro Sánchez y la alcaldesa de Madrid Manuela Carmena.
“Defendemos que los derechos y libertades formalmente reconocidos tengan un contenido material, que lo tienen substancialmente, pero todavía podemos avanzar mucho más”, dijo el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, el primero abiertamente homosexual.
Detrás del lema “Conquistando la igualdad, TRANSformando la sociedad”, cientos de miles de personas marcharon por el céntrico paseo del Prado, soportando el fuerte calor madrileño y aplaudiendo el paso de las coloridas carrozas con música y bailarines.
En un país puntero en cuanto a derechos homosexuales, la reivindicación del movimiento LGTB se centró en pedir una ley que reconozca el derecho de autodeterminación de género de los transexuales y en reclamar que la igualdad reconocida por ley se garantice en el día a día.
“A día de hoy, también por mi parte, cuesta decir lo que realmente sientes. Si estás con una mujer cuesta decir +estoy con una mujer+ porque todavía no está muy bien visto”, explicó a la AFPTV Míriam Muñoz, una estudiante de 24 años.
Este año además se festejaba el 40º aniversario de la primera marcha del Orgullo en la capital española en 1978, cuando hacía apenas tres años de la muerte del dictador Francisco Franco y el colectivo LGTB estaba criminalizado y perseguido.
En otra capital europea, Londres, cientos de miles de personas se echaron a las calles en un Pride que recorrió algunos de los puntos más emblemáticos de la ciudad como Picadilly Circus, Regent Street o Trafalgar Square, invadidos por una marea de banderas arco iris.
Alrededor de 30.000 personas pertenecientes a 472 organizaciones participaron en un desfile de carrozas, lleno de globos, confeti, música y extravagantes disfraces, que se alargó durante más de cuatro horas.
“Es un día para estar realmente orgulloso. La gente puede venir y ser lo que realmente son y celebrar lo que quieran”, dijo el director de la Pride londinense, Christopher Joell-Deshields.
Con información de: © Agence France-Presse